MONTEVIDEO.- Uruguay anunció el viernes que modificó a cero desde 2,0% su meta de crecimiento económico para este año y que tendrá un déficit fiscal superior al previsto debido a los efectos negativos de las economías de Argentina y Brasil.
Estos países, vecinos a Uruguay, son también sus principales socios comerciales en el bloque comercial Mercosur y el destino de casi un 50% de sus ventas totales al exterior.
El ministro de Economía, Alberto Bensión, dijo a periodistas que la crisis argentina, sumada a la constante devaluación del real, la moneda brasileña, así como un brote de aftosa que paralizó las exportaciones de carne y provino de Argentina, obligaron a reformular las metas económicas.
"Dos acontecimientos de orden externo nos golpearon muy duramente. El primero fue la reaparición de la aftosa, que nos vino desde fuera (...) En forma simultánea empezamos a recoger los efectos adversos de la inestabilidad regional, la inestabilidad macroeconómica de la Argentina y la aceleración o mantenimiento de la devaluación del real", dijo Bensión.
"Hemos llegado a la conclusión de que la economía no va a crecer este año (...) Esto no es la consecuencia del manejo de la política económica, sino de una asociación de acontecimientos adversos que nos viene de fuera", agregó.
La crisis argentina, cuya economía no crece desde hace casi tres años, mantiene en vilo a Uruguay, en recesión desde 1999.
Argentina está intentando lograr ayuda adicional del FMI para alejar los temores de los inversores de un incumplimiento de los pagos de su abultada deuda pública, de 128.000 millones o de una devaluación del peso, atado por ley al dólar.
El ministro dijo que el déficit fiscal acordado en un programa vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), oscilará en el 2001 entre 3,3% y 3,5% del producto, contra 2,6% previsto a comienzos del año.
El déficit podría ser menor al previsto si se concretan antes de fin de año las subastas de bandas de telefonía celular y los servicios de comercios y atención a aeronaves en el aeropuerto internacional de Carrasco, de Montevideo, que el gobierno ya había anunciado, dijo el ministro.
Política monetaria se mantiene
Por su parte, el presidente del Banco Central, César Rodríguez Batlle, dijo que la pauta devaluatoria de 1,2% mensual del peso uruguayo contra el dólar, adoptada en junio, se mantendrá hasta junio del 2002 y no hasta diciembre de este año, como estaba previsto.
Uruguay mantiene un sistema de banda de flotación que ajusta a diario y regula la relación entre la moneda local y el dólar, que fue abandonado ya por todos los países latinoamericanos.
"Estamos anunciando que esa banda y ese ritmo de deslizamiento de 1,2 lo mantendremos hasta junio del 2002, dado que ha dado pruebas de ser consistente con el mantenimiento de una inflación a niveles bajos", dijo Rodríguez Batlle.
El gobierno aumentó la devaluación a 1,2% desde 0,6% en junio, luego de que Argentina modificara su sistema de cambio fijo para el comercio exterior con el fin de que sus exportaciones recuperaran competitividad.
Uruguay debió acelerar la devaluación de su moneda para evitar ser inundado de productos argentinos, así como para recuperar competitividad frente a terceros mercados.
El ministro Bensión también anunció una unificación del extendido Impuesto al Valor Agregado (IVA) en 19%, eje de la recaudación impositiva y que grava la mayoría de los productos con un 23% y otros con 14%. Algunos productos básicos, como la leche, están exonerados.
Esta medida requerirá de la aprobación del Congreso, donde el gobernante Partido Colorado y su aliado, el Partido Nacional, ocupan el 55% de las bancas.