SANTIAGO.- Con un alza de $ 2,70, a $ 667,40/667,70, cerró este miércoles el dólar, debido a demanda real y bancaria, en un mercado con poca liquidez en el que hubo alta volatilidad y bajo volumen transado.
"No hay liquidez y hubo demanda real -aparentemente eléctrica-, lo que hizo que los bancos esperaran para ver si el Central intervenía, pero como no lo hizo debieron hacer "stop loss". Además hubo otras compras de bancos que "se quedaron cortos" con el IPC tan alto", dijo un operador.
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo una variación de 0,8% durante agosto, lo cual sorprendió al mercado, debido a que se proyectaba como máximo un 0,5%.
El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, explicó que 0,45% del índice se debe al aumento del precio de las frutas y verduras junto con el alza del precio de las gasolinas. El restante 0,35% se debe a la importante apreciación del dólar, el que está siendo controlado a través del Banco Central, lo que hará disminuir las presiones inflacionarias en los próximos meses.
"La volatilidad del dólar y el alza se debe a factores internos, porque aunque el escenario externo ha empeorado, la demanda real obligó a bancos a comprar,
desencadenando un alza que mantenía muy nervioso al mercado porque podía alentar una intervención del Central", reseñó un agente.
En EEUU, los temores de que la fusión de Hewlett-Packard con Compaq Computer no sea autorizada por los reguladores antimonopolios provocaba un nuevo traspié en el Nasdaq, que caía un 0,91%, a 1.754,69 unidades. Estos retrocesos también son potenciados por los últimos indicadores de EEUU (PIB de +0,2% en el segundo trimestre) que reflejan una desaceleración de la actividad.
Las plazas bursátiles latinas también se veían arrastradas por la caída de Wall Street: el IPC de México caía un 1,46%, a 6.080,78 unidades; el Bovespa perdía 1,24%, a 12.608,80; y el Merval retrocedía un 0,61% a 312,84.
En Chile, la divisa testeó un mínimo de $ 663,50/664,00, inmediatamente después que se conociera el IPC de agosto, debido a que esa cifra hace temer un incremento en la tasa de instancia monetaria por parte del Banco Central. Posteriormente, la divisa escaló pausadamente, atento a cualquier intervención del instituto emisor, hasta cotizar un máximo de $ 667,90/668,20, minutos antes del cierre oficial.
El monto transado durante la sesión fue aún más bajo que el martes, al totalizar US$ 247 millones (vs US$ 300 millones).
Para el jueves se espera que el dólar oscile entre los $ 666 y los $ 670, aunque se estima altamente probable que el Banco Central intervenga para darle la liquidez que el mercado necesita, lo que llevaría a la divisa a un "piso" de $ 663 y a un "techo" de $ 667.
"Aún hay empresas que necesitan demandar porque tienen que "cubrir" sus pasivos en dólares, pero no han salido a comprar porque tienen la esperanza de que el Central defienda al peso y puedan comprar más barato, lo que hace concluir que un dólar bajo no duraría mucho tiempo", dijo un operador.
