SANTIAGO.- El Banco Central ajustó a la baja la proyección de crecimiento para este año desde un 4,3 a un 3,7 por ciento, en tanto que mantuvo su estimación de 5 por ciento para el 2002, mientras que en materia de inflación señaló que este año será de 3,1 por ciento y se mantendrá dentro del rango meta en los siguientes 8 trimestres.
Estas son las principales proyecciones para la economía chilena presentadas en el Informe de Política Monetaria por el presidente del instituto emisor, Carlos Massad, en el Senado.
Asimismo, la autoridad monetaria reconoció riesgos al alza en materia de inflación y riesgos a la baja respecto del crecimiento.
Massad explicó que la corrección a la baja en la expansión de la actividad económica obedece fundamentalmente a que el escenario macroeconómico externo que enfrenta la economía chilena desde mediados del año pasado ha sido menos promisorio de lo que se anticipó hace un año.
En otro orden, se refirió a los trágicos acontecimientos de ayer en Estados Unidos y puntualizó que el instituto emisor ha realizado un análisis de las posibles consecuencias y mantiene una evaluación minuto a minuto sobre la situación de los mercados y sus perspectivas.
Sostuvo que "el actual esquema de políticas macroeconómicas es el mejor para enfrentar esta coyuntura, y estamos preparados para adoptar las medidas que puedan resultar necesarias para minimizar los efectos de esta tragedia sobre la economía chilena".
Señaló que ayer se dispuso una serie de medidas necesarias para asegurar el funcionamiento ordenado de los mercados financieros y otorgar una adecuada provisión de liquidez a corde con las necesaidades en estas circunstancias.
Massad enfatizó que el Banco Central mantendrá una mirada atenta en el mercado cambiario, con el fin de adecuar sus operaciones a los requerimientos por cobertura de riesgo y liquidez en moneda extranjera, "cuidando evitar que se produzcan efectos financieros perturbadores en este mercado".