SANTIAGO.- El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Ariztía, aseguró que el proyecto de Ley de Reforma Laboral, aprobado por el Congreso, "es un golpe bajo para todos los chilenos, no nos cabe la menor duda de ello", al tiempo que formuló un llamado a las autoridades a dejar de lado el sesgo antiempresarial que se ha vivido en estos últimos meses.
El máximo directivo de los empresarios precisó que el sector ha realizado todos los esfuerzos para hacer ver a las autoridades la inconveniencia de esta iniciativa, ya que sus efectos incidirán negativamente en el costo de contratación.
A su juicio, se han privilegiado objetivos político-partidistas, con una visión ideologizada del mundo del trabajo.
"No sólo el Congreso, sino que el propio Gobierno se dará cuenta de lo que aprobaron y tal vez sea tarde para arrepentirse", puntualizó.
Ariztía indicó que el acuerdo entre el ministro del Trabajo, Ricardo Solari, y los parlamentarios fue un arreglo ideológico de última hora, al tiempo que destacó que la reforma laboral no cumple los objetivos de modernización del mercado del trabajo y afecta la creación de nuevos empleos.
Reiteró que la iniciativa aprobada significa que se pasó de un proyecto pésimo a uno malo, y enfatizó que implica una judicialización del mercado del trabajo, ya que las causales de despido podrán ser definidas por un juez que "no sabe lo que ocurre al interior de la empresa".
Manifestó que el sector empresarial se ha enfrentando a una seguidilla de ataques económicos, entre los que mencionó la Ley de Rentas Municipales, el seguro de desempleo que rigidiza el mercado, así como la Ley de Evasión Tributaria y el proyecto de rebaja de impuesto a las personas, que constituyó una iniciativa neutra y además el incremento del impuesto a las empresas.
"Llegó el momento de terminar con el sesgo antiempresarial que se ve en el Gobierno y en parte del Parlamento", dijo. Agregó que todo esto ha ocurrido en un momento muy inoportuno debido a la recesión internacional, que ahora se ha visto agravada con los últimos acontecimientos en Estados Unidos.
Sostuvo que con estas medidas se están destruyendo las bases de la economía y se está perdiendo la confianza.
Por último, se refirió al atentado en Nueva York y dijo que Chile está sólido macroeconómicamente, a la vez que el Banco Central no debería seguir interviniendo para que el tipo de cambio se adecue al mercado.
El presidente de la CPC formuló un llamado a la calma frente a los recientes acontecimientos internacionales y señaló que se requiere prudencia y evitar el pánico, de modo de normalizar la situación y mantener la estabilidad económica en el mundo.