LONDRES.- La empresa aérea British Airways anunció el jueves que eliminará 7.000 empleos y reducirá sus operaciones en un 10% debido a una inesperada desaceleración en la compra de pasajes tras los atentados terroristas en Estados Unidos.
La decisión sigue a similares medidas por parte de otras empresas aéreas como United Airlines, Virgin Atlantic y AMR Corporation, propietaria de American Airlines. Boeing, la principal fabricante de aviones comerciales del mundo, también anunció planes para despedir a unos 30.000 trabajadores.
British Airways no anunció inicialmente detalles de cortes en su programa de viajes.
"Enfrentamos condiciones excepcionales que nos han obligado a adoptar decisiones muy duras", dijo el presidente de la empresa, Rod Eddington.
El miércoles, las aerolíneas American y United anunciaron 40.000 despidos, en momentos en que la industria de la aviación se hunde en una crisis pronunciada causada por los atentados terroristas de la semana pasada.
En un esfuerzo por menguar la crisis, el Presidente norteamericano, George W. Bush, se dispone pedirle al Congreso que autorice un paquete de ayuda de emergencia por 5.000 millones de dólares para la industria.
La ayuda en efectivo, según informó la noche del miércoles un funcionario del Gobierno, procura impedir que varias aerolíneas se declaren en bancarrota.
De momento, Bush se propone destinar 3.000 millones de dólares del fondo de emergencia que el Congreso aprobó el fin de semana para mejoras en los mecanismos de seguridad de las aerolíneas y en los aeropuertos del país, incluyendo la contratación de guardias armados en los aviones.
La iniciativa surge tras los sendos anuncios de despidos de American y United.
La empresa matriz de American, la aerolínea más grande del mundo, dijo que despediría al menos a 20.000 personas, o el 14% de sus 138.350 empleados. Los recortes emprendidos por la corporación AMR afectarán a American, TWA y American Eagle.
Los despidos complementan las bajas anunciadas por la casa matriz de United, la corporación UAL, la cual dijo que eliminaría al 20% de sus 100.000 empleados.
Los ataques terroristas hicieron que la industria de la aviación se hundiera en una crisis que ya ha costado 70.000 empleos en el sector, además de miles de millones de dólares en pérdidas por concepto de negocios perdidos, todo en un plazo poco mayor a una semana.
El tráfico aéreo fue suspendido por dos días y el flujo de pasajeros disminuyó drásticamente.
Las aerolíneas advierten que los despidos podrían llegar a 100.000 y han pedido más de 15.000 millones de dólares en ayuda para no caer en la ruina.
US Airways indicó que cesará a 11.000 empleados y Continental 12.000. America West, America Trans Air, National Airlines y Virgin Atlantic también ha dicho que realizarán despidos, mientras que Midway Airlines decidió cerrar.
