WASHINGTON.- El Senado aprobó por abrumadora mayoría un paquete de asistencia de 15 mil millones de dólares para la industria aérea el viernes, mientras el congreso avanzaba hacia la segunda cuota de ayuda financiera masiva para los más afectados por los ataques terroristas de la semana pasada.
La Cámara de Representantes realizó una votación durante la tarde para el proyecto de ayuda a las aerolíneas, que incluye asistencia inmediata de 5 mil millones de dólares y 10 mil millones en garantías crediticias. El Senado aprobó la propuesta por 96-1, con el senador Peter Fitzgerald, republicano de Illinois, emitiendo el único voto en contra.
El Congreso aceleró el debate bajo la urgencia de versiones de grandes pérdidas sufridas por las líneas aéreas y el despido de miles de empleados de la industria tras los ataques terroristas del 11 de septiembre.
"Estamos ante una situación en la que la industria aérea, que es un elemento crítico en nuestra economía, está justo al borde" de un colapso económico, dijo el senador Christopher Bond, republicano de Missouri.
La legislación, apoyada por la administración, también proporciona a las aerolíneas -golpeadas por elevadas primas de seguros desde los atentados- protección ante las deudas y autoriza 120 millones de dólares para ayudar a garantizar que pequeñas comunidades no pierdan su servicio aéreo.
Establece que los ejecutivos de las líneas aéreas que buscan ayuda del Gobierno no recibirán aumentos de salario en los próximos dos años, si su salario actual está por encima de 300 mil dólares.
"Estamos en un punto muy claro, obvio, aritméticamente inevitable en el que tenemos que decir a la industria aérea de Estados Unidos, y más importante, a los estadounidenses, que habrá aviones volando el lunes", dijo el senador demócrata Jay Rockefeller, de West Virginia.
El paquete fue presentado una semana después de que el Congreso, de nuevo actuando con una inusual velocidad y unidad, aprobó un proyecto de ley de emergencia por 40 millones de dólares para ayudar a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre y contribuir con los esfuerzos de recuperación y mejora de la seguridad.
Funcionarios de compañías aéreas han hecho fuertes campañas por la ayuda, diciendo que la suspensión de servicios tras los ataques y la subsecuente pérdida de clientes les costará 5 mil millones de dólares para fines de este mes.
La industria dice que sus expectativas de ingresos para mediados del 2002 han bajado en 24 mil millones de dólares, y que varias de las más importantes aerolíneas podrían dejar de operar a menos que reciban una inyección de dinero y ayuda para hacer frente a las primas de seguros.
Líderes del Congreso y funcionarios de la Casa Blanca llegaron a un acuerdo para el proyecto el jueves por la noche, pero no lograron presentarlo a debate por preocupaciones de ambos partidos.
Muchos demócratas estaban disgustados porque el proyecto no incluía ayuda para unos 100 mil empleados de la industria aérea que perdieron sus trabajos. "Esto nos ha sido presentado por mucha gente en traje que no se preocupa por los que no usan traje", dijo el representante David Obey, demócrata de Wisconsin.
Líderes del Senado acordaron estudiar un proyecto separado presentado por el senador Jean Carnahan, demócrata de Missouri, que proporcionaría hasta 3.750 millones de dólares en seguro médico, beneficios a desempleados y entrenamiento a trabajadores desocupados de la industria aérea.
Algunos republicanos objetaron la disposición a eximir a United y American Airlines, las dos empresas cuyos aviones fueron secuestrados, de su responsabilidad por las víctimas en tierra.