VALPARAISO.- El proyecto de presupuesto fiscal para el 2002, presentado hoy al Congreso Nacional por el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, contiene estimaciones de ingresos en moneda nacional equivalentes a 16.000 millones de dólares, lo que significa un aumento de 4,8 por ciento respecto del 2001.
El crecimiento de los ingresos tributarios alcanza a 7,2 por ciento, pero estará determinado por el comportamiento de la demanda interna, el precio del cobre y la variación del tipo de cambio, dijo el ministro.
Añadió que este rubro se vería incrementado por un mejor rendimiento en virtud de la ley contra la evasión, que está en vigencia, y por las reformas introducidas al mercado de capitales y al fuerte aumento de las utilidades que han tenido las empresas durante este año.
Otros recursos serán aportados por la venta de la participación minoritaria del Estado en los paquetes accionarios de algunas empresas, y por un aumento de 23 por ciento en los actuales y deprimidos niveles de precios del cobre.
El gasto público con efecto macroeconómico llegará a 4,9 por ciento, lo que en opinión del ministro es compatible con la meta de generar el próximo año un superávit estructural de 1,0 por ciento del producto.
La inversión pública considera un aumento de 11 por ciento y el gasto corriente de 3,8, lo que apoyaría el ahorro público y la generación de empleo.
La expansión de la inversión del Estado se concentrará en obras de vialidad, infraestructura educacional, metro, ferrocarriles y proyectos de transporte.
El ministro aclaró que la proyección de un déficit contable de 0,3 por ciento el 2002 y un superávit estructural de 1,0 por ciento, se debe a que el próximo año persistirá una brecha importante entre el crecimiento económico efectivo y potencial, y asimismo entre el precio del cobre de corto y largo plazo.
Entre las prioridades del presupuesto 2002 está la creación de 90.000 empleos adicionales con recursos regulares por 420.000 millones de pesos, el aumento de la inversión pública, programas de fomento y fondo de contingencia.
Otras prioridades son la construcción de 114.000 viviendas sociales, pensiones asistenciales para 16.000 personas y fondos para el desarrollo de las comunidades indígenas.
El gasto en educación crecerá 9,0 por ciento y en 12 por ciento los recursos destinados a la atención primaria en salud.