SANTIAGO.- Confiados están los analistas del mercado respecto de la aprobación de la fusión de los bancos De Chile y Edwards, que comenzará a materializarse en enero de 2002.
Es así como a la autorización de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) entregada este miércoles, los expertos estiman que la Security Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos aprobará la inscripción de los ADR del nuevo banco.
"No creemos que haya problemas. Básicamente lo que hacen (la SEC) es determinar que para colocar un ADR se apruebe que cumple con los requisitos mínimos que exige Estados Unidos para entrar al mercado con el fin de que los inversionistas americanos no gasten plata ni tiempo en investigar qué es Chile, ni qué hay en Chile. Si cumple con los requisitos mínimos no hay problema", precisó una fuente.
Una opinión similar tienen respecto de la aprobación del proceso de unión por parte de las juntas extraordinarias de accionistas de ambos bancos. "En el Chile y Edwards estarían de acuerdo en apoyarlos y habrían (el grupo Luksic) logrado consenso en ambos bancos para la aprobación", sostuvo.
De esa manera, explicaron que "siempre vimos pocas dificultades para que se produzca la fusión, no creímos que la Superintendencia pusiera alguna traba, ya que fue un proceso anunciado por Luksic y éste no se va a arriesgar a que salga mal después de invertir, está todo conversado", explicó.
Respecto de la concentración de mercado, otro experto manifestó que "si se suman las dos participaciones actuales superan el 20%, pero siempre en las fusiones se pierde algo. Creemos que la participación va a ser cercana al 20% o un poco menos". Ello, precisó, por dos motivos: "Las fusiones siempre crean eso y porque al banco no le interesa superar fuertemente ese porcentaje por requisitos de la normativa. Si están entre 15-20% se les exige un Indice de Basilea de 10% y el nuevo banco no tiene problema para eso, pero si superan el 20% la Superintendencia les puede poner otros requisitos como un Basilea mayor, de 14% o menores créditos interbancarios".
Por tal razón, dijeron que el desafío en corto y mediano plazo es lograr la mayor eficiencia posible con la fusión. "Deben tratar de lograr todas las economías de escala y reducciones de costos que tienen proyectadas y ello implicará sacrificar el crecimiento. No quiere decir que el departamento de crédito no trabajará, pero el banco no estará enfocado al crecimiento, no será su mayor esfuerzo, sino que la eficiencia por lo menos en el medio y corto plazo".
Agregaron que en un comienzo el proceso de fusión será del back-office para llegar posteriormente a la parte comercial que está relacionada con el público.
Respecto de la situación en que quedan los bancos Santander y Santiago, controlados por el Santander Central Hispano, el experto estimó que ello no se dará en el corto plazo debido a que son bancos que compiten entre sí porque consideran segmentos de mercado similares, por lo que precisó que un primer paso hacia una eventual fusión sería iniciar la diferenciación de sus segmentos.
"Creemos que seguirá de manera independiente porque a diferencia del Chile-Edwards, que no tenían clientes cruzados y estaban enfocados a segmentos muy distintos, el Santander y Santiago son competidores directos. Si se fusionan perderán más porque tienen cruce de clientes".
Agregaron que otro problema "es que el Banco Central tiene participación en el Banco Santiago por la deuda subordinada y éste tiene un beneficio tributario.
En el Chile la cuota era fija, y el instituto emisor se veía beneficiado porque habrá más utilidades con el nuevo banco. En el Santiago tiene acciones y de fusionarse hay una probabilidad que se diluya su participación y el precio de la acción baje, perdiendo también ellos. Por el momento, creo que seguirán separados. Además, son bancos rentables y funcionan bien".
Cabe destacar que este miércoles, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), anunció que autorizó la fusión de ambas entidades financieras, dando de esa manera "luz verde" para los próximos pasos relativos a conseguir la aprobación de la Security Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos para autorizar la inscripción de los ADR del nuevo banco.
Por lo pronto, tanto "el Banco de Chile como el Banco Edwards suscribieron el Convenio de Fusión ("Merger Agreement") previa aprobación de sus respectivos directorios y éstos ya aprobaron las condiciones establecidas por el Banco Central para permitir la creación del megabanco en el país".
Cabe destacar que las condiciones que estableció el instituto emisor, y que deben ser aprobadas también en posteriores juntas extraordinarias de accionistas que realice cada entidad que se realizarían entre la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre- son:
a) Que, para los efectos de la fusión, el Banco de A. Edwards constituya provisiones voluntarias, adicionales a las existentes al 30 de septiembre de 2001 por un monto de $4.250.000.000.
b) Que el Banco de Chile no aumente el monto de las provisiones voluntarias constituidas al 30 de septiembre de 2001, sin perjuicio, además, de liberar dentro del presente ejercicio, de las ya constituidas, la suma de $4.250.000.000, de manera de incrementar por ese mismo monto el excedente anual.
c) Que, respecto del monto de provisiones voluntarias del banco fusionado, se mantenga durante los ejercicios correspondientes a los años 2002 a 2004, inclusive, el equivalente en unidades de fomento al existente en los estados financieros del Banco de Chile al día 30 de septiembre de 2001. En todo caso, no se aplicará esta limitación al ejercicio del Banco de Chile fusionado correspondiente al año 2004, si el excedente anual resulta suficiente para pagar a este Banco Central la cuota fija de la obligación subordinada que vence el día 30 de abril del año 2005.
d) Que desde la fecha del presente informe y hasta la aprobación de los acuerdos de fusión, la situación económico-financiera de los bancos referidos no haya experimentado variaciones que afecten los términos de las respectivas proposiciones de fusión que ha analizado este Banco Central, y, además, se haya cumplido íntegramente con las políticas de provisiones y castigos adoptadas por el Banco Edwards y el Banco de Chile para el presente ejercicio.
e) Todas estas condiciones deberán ser aprobadas por las Juntas Extraordinarias de Accionistas a las que corresponderá pronunciarse sobre la fusión antes referida, e incorporarse como disposiciones obligatorias, a fin de garantizar su debido cumplimiento por parte del banco fusionado.