MONTEVIDEO.- Diplomáticos de los cuatro países miembros del Mercosur iniciaron el lunes en Uruguay una reunión de dos días para analizar el cuestionado Arancel Externo Común (AEC) y sus posibles rebajas, dijo una fuente oficial.
"Se reúne el Grupo de Alto Nivel para considerar el arancel común. Seguramente el arancel va bajar", dijo a Reuters un funcionario del bloque participante en las negociaciones, que prefirió el anonimato.
Este grupo fue creado en junio, durante una cumbre de presidentes, para analizar las distorsiones que ha tenido el arancel, base de la unión aduanera que forman Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, debido a pedidos de sus socios para modificarlo con el fin de recuperar competitividad dentro y fuera del bloque.
La última modificación fue introducida de forma unilateral por Argentina, cuya economía no crece desde hace más de tres años, que bajó a cero el arancel para bienes de capital y elevó a 35 por ciento el de los productos terminados. La decisión fue luego avalada por los demás socios.
En su cumbre de junio, el Mercosur también decidió rebajar, a partir del 1 de enero del 2002, a 12,5 por ciento el AEC promedio, desde 13,5 por ciento actual.
Los diplomáticos también analizarán la posibilidad de introducir excepciones para bienes de capital que rijan para los cuatro socios, indicó la fuente.
El AEC es la base del Mercosur como unión aduanera, y fue establecido en 1994 cuando sus miembros acordaron cobrar los mismos aranceles para los productos que ingresan desde fuera del bloque.
El ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, es quien más ha criticado la estructura del AEC, porque considera que limita las posibilidades de su país de modificarlo para ganar competitividad.
Sin el AEC, el Mercosur pasaría a ser sólo una zona de libre comercio.
No obstante, otros socios como Brasil y Uruguay han reivindicado el valor del Mercosur como unión aduanera para avanzar en la negociación de acuerdos comerciales con otras zonas del mundo, como la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
Argentina, así como los otros dos socios del Mercosur, han visto perjudicadas sus exportaciones desde 1999, cuando Brasil dejó flotar su moneda, el real, y ésta se depreció aceleradamente.
En lo que va del año, el real acumula una depreciación frente al dólar cercana al 30 por ciento.