Hong Kong.- Las pérdidas sufridas por las líneas aéreas en el mundo podrían alcanzar los US$ 12.000 millones este año, tras los atentados del mes pasado en Estados Unidos, advirtió este martes la organización internacional de transporte aéreo.
Los transportistas internacionales podrían perder hasta US$ 7.000 millones, en lugar de los US$ 2.500 millones previstos antes de los atentados, dijo el presidente de la International Air Transport Association (IATA), Pierre Jeanniot, durante una conferencia de prensa en Hong Kong.
A ello debería añadirse pérdidas de US$ 3.000 a 5.000 millones solamente en el mercado interno estadounidense, añadió.
"Una situación que está siendo evaluada es que las pérdidas netas se eleven a US$ 7.000 millones" en las líneas internacionales "si el tráfico se reduce en un 15% entre septiembre y diciembre", dijo.
Esa pérdida significaría una reducción de aproximadamente el 5% del tráfico internacional, para el año en curso, según la IATA.
"A ello hay que añadir, para tener una idea de conjunto en el mundo, los US$ 3.000 a 5.000 millones en pérdidas de los transportistas estadounidenses en los servicios interiores", precisó Jeanniot.
El presidente de la IATA predijo que a la industria aérea mundial le hará falta un año para recuperarse de la crisis provocada por los atentados del 11 septiembre.
De todas formas, aún es demasiado pronto para decir si los ataques estadounidenses contra Afganistán, lanzados este fin de semana, agravarán aún más la situación del transporte aéreo, añadió Jeanniot.
El presidente de la IATA dijo esperar la desaparición de algunas de las compañías más frágiles, pero aseguró que una gestión agresiva permitiría la sobrevivencia de la mayoría de ellas.
Jeanniot trazó un paralelo con la guerra del Golfo en 1991, y recordó que por entonces el tráfico cayó inicialmente un 30-35%, y luego un 15% en los meses siguientes.
La IATA, que agrupa a unas 275 compañías aéreas en el mundo, es decir, prácticamente la totalidad, propuso una serie de medidas para impedir la desaparición de transportistas y volver a restablecer la salud de esa industria.
Entre esas medidas figuran la liberalización de las legislaciones sobre la propiedad y el control de las compañías aéreas, la reducción de las pólizas de seguro y la mejora de los sistemas de seguridad y de comunicación entre las autoridades.
La IATA pidió a los gobiernos que faciliten las fusiones de líneas áereas de países diferentes para salvar las compañías amenazadas.
En el campo de la seguridad, Jeanniot defendió la introducción de aparatos que permitan identificar los pasajeros gracias a signos distintivos, como el iris del ojo, más seguros y eficaces que las huellas digitales.
La IATA pidió igualmente a los gobiernos que extiendan más allá del corto plazo su cobertura de las compañías aéreas en caso de actos de terrorismo y guerra.