SANTIAGO.- Los países de América Latina y el Caribe no lograron mejorar su situación distributiva durante los años 90 y la región se mantuvo con la distribución de ingresos más desigual del mundo, según un estudio de la CEPAL difundido hoy.
En la mayoría de los países de la región se produjo, durante la década pasada, una contracción en el porcentaje de los ingresos captados por los grupos de menores recursos, señala el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
En contraste, afirma el análisis del organismo de Naciones Unidas cuya sede funciona en la capital chilena, los incrementos en la participación del segmento más rico fueron de "magnitud considerable".
Los datos establecen que en la región el 10 por ciento de los hogares con más recursos capta una proporción del ingreso total que supera, en promedio, 19 veces la que recibe el 40 por ciento de las familias más pobres.
El diagnóstico -que forma parte del "Panorama Social de América Latina 2000-2001" de la CEPAL- agrega que entre los dos tercios y las tres cuartas partes de la población, según el país, percibe un ingreso per cápita inferior al promedio general.
De esta manera, al analizar la evolución del ingreso durante los años noventa, el estudio concluye que en la mayoría de los países la situación "no mejoró significativamente y que incluso en algunos casos empeoró".
Esa situación se registró pese a la relativa recuperación del crecimiento económico regional que se registró en esos años y al aumento del gasto social.
Con la excepción de Costa Rica y Uruguay, la CEPAL consigna que en el resto de los países el 10 por ciento de los hogares con más recursos se apropia de más del 30 por ciento de los ingresos totales.
El documento precisa que, más aún, en la mayoría de los 17 países de la región analizados, con la excepción de El Salvador y Venezuela, el porcentaje supera el 35 por ciento y en Brasil el 45 por ciento.
La radiografía de la distribución en América Latina también muestra que en el último trienio de la década pasada sólo en Brasil, Argentina, Chile y Panamá hubo un incremento en el porcentaje de los ingresos recibidos por el 40 por ciento de los hogares más pobres.
En un análisis comparativo por país, se constata que en Bolivia, Brasil y Nicaragua los ingresos per cápita del 20 por ciento más rico de la población superan en más de 30 veces los del 20 por ciento más pobre.
La CEPAL destaca que es "particularmente sorprendente" el caso de Bolivia, donde el 20 por ciento de los hogares más ricos recibe ingresos per cápita casi 50 veces superiores a los del más pobre, mientras el promedio de los demás países se sitúan en alrededor de 23 veces.
En los años noventa, en ocho países los sectores más adinerados incrementaron sus ingresos, en otros cinco países disminuyeron, pero sólo en Uruguay la reducción de los ingresos de los más ricos fue importante.
En este contexto y aplicando el índice Gini, que compara la situación distributiva entre hogares, la CEPAL establece que la mayor concentración del ingreso se presenta en Brasil, con un valor de 0,64, y le siguen Bolivia, Nicaragua y Guatemala con valores cercanos a 0,60.
En el otro extremo, Uruguay y Costa Rica aparecen nuevamente como los países con menor desigualdad, con índices por debajo de 0,48.
Por último, el panorama redistributivo de la región revela que en el decenio pasado, de los 17 países analizados, sólo Uruguay exhibió avances importantes en esta materia.
Según el análisis de la CEPAL, la evidencia confirma que incluso en aquellas naciones que mantuvieron un alto ritmo de crecimiento, como Chile, la distribución del ingreso mostró "una enorme rigidez para alterar su elevado grado de concentración".
