SANTIAGO.- El diputado del Partido Por la Democracia (PPD), Antonio Leal, alertó hoy respecto a posibles problemas en la economía nacional toda vez que la Ley de Presupuesto del año 2001 fue aprobada por el Congreso con una proyección del precio del cobre a 88 centavos de dólar la libra y el promedio actual, en realidad, es de 73 centavos.
Leal detalló que cada centavo de la moneda estadounidense que pierde el producto en el mercado internacional significa 60 millones de dólares menos para la economía chilena, y añadió que la situación se torna aún más preocupante tras conocerse el precio registrado el viernes pasado: 63 centavos de dólar, uno de los más bajos en los últimos 90 años.
"Esto significa que estamos muy por debajo de las expectativas con que se aprobó la Ley de Presupuesto, situación que se repetiría el 2002 pues el Ejecutivo presentó una proyección de 78 centavos y, de acuerdo a múltiples informes, en realidad el precio, al menos en el primer semestre de ese año, se va a mantener entre 71 y 73. Dudo que el valor supere los 75 centavos en el 2002", dijo el diputado.
Leal explicó que uno de los factores que impulsan el precio hacia la baja es la sobreoferta en el mercado mundial (actualmente hay más de 600.000 toneladas de stock), hecho en el que tiene gran incidencia Chile, país que es responsable del 80 por ciento de ella.
Por eso, llamó al Gobierno a impulsar la coordinación con Codelco y empresas más pequeñas vinculadas a la extracción del producto, con el fin de determinar cuánta necesidad de cobre es la que existe e incidir en mayor medida en la fijación de este precio en los mercados internacionales.
"Un aumento mayor en la producción de cobre puede generar que éste llegue a valores de 50 centavos por libra, hecho que determinará el término de muchas empresas y, particularmente, de la pequeña y mediana minería", alertó.
También llamó a las entidades vinculadas a trabajar de manera más ofensiva para ingresar los productos a mercados como China, y a realizar mayores inversiones tecnológicas para descubrir nuevos usos del cobre, además de venderlo más refinado.