SAN FRANCISCO.- Los ataques terroristas que estremecieron no sólo a Estados Unidos sino a todo el mundo han beneficiado inesperadamente al comercio electrónico.
Varias empresas y analistas han indicado que las ventas por Internet subieron como la espuma desde los atentados del 11 de septiembre contra Washington y Nueva York, lo que en parte se explica por la tendencia de los estadounidenses a quedarse en casa en momentos de crisis.
El hecho de que tantos estadounidenses decidieran salir menos de casa desde que tuvieron lugar los atentados que causaron la muerte o desaparición de casi 6.000 personas le sentó muy bien al comercio electrónico, al menos de momento, apuntaron los expertos.
Según la firma BizRate.com, que estudia la actividad en Internet de más de 2.000 tiendas, las ventas online experimentaron crecimientos del 17 por ciento en el periodo que va del 10 de septiembre al 8 de octubre.
BizRate trae también buenas noticias en lo que se refiere a las ventas para las próximas vacaciones y augura incrementos de un 31 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. Las cifras del año pasado fueron de 4.800 millones de dólares, mientras que este año serán de 6.300 millones, predice BizRate.
"Las familias se están quedando en casa y los vendedores por Internet se están beneficiando desproporcionadamente", aseguró Chuck Davis, director ejecutivo de BizRate. Según otros expertos, no se trata de que los estadounidenses piensen que les va a suceder algo de camino al supermercado.
Lo que ocurre es que la gente está de menos humor para salir de compras y enfrentarse a colas en los establecimientos y tiende a preferir la paz del hogar en este momento de gran estrés en el ambiente. La firma de análisis Forrester también prevé incrementos en las ventas de cara a las vacaciones de un 10 por ciento, a pesar del impacto de los ataques terroristas en el consumo general.
Los expertos de Forrester mantienen sus previsiones porque creen que los consumidores, que tienen miedo de volar, enviarán regalos a sus familias en lugar de visitarlos personalmente. Pero no todos son tan optimistas con respecto al potencial del comercio electrónico.
Así, para la firma de analistas Jupiter, el enfriamiento general de la economía terminará afectando negativamente también al comercio electrónico.
En un informe difundido ayer, Jupiter también predijo algunos cambios en las estrategias o "ganchos" que utilizan las compañías para atraer a un mayor número de clientes. Según Jupiter, los descuentos en los productos son menos productivos para las compañías, que comenzarán a ofrecer en su lugar el transporte gratuito del producto.
Otro informe de la firma Nielsen señala que 39 millones de estadounidenses compraron algo en septiembre a través de Internet, lo que supone un récord que sobrepasa incluso las cifras de diciembre del año pasado, un mes tradicionalmente muy bueno para el sector.
De todos modos, advierte Nielsen, una cosa es que se incremente el número de compradores y otra muy distinta que las cantidades de dinero gastadas por éstos se mantengan a la par, cosa que no ha ocurrido. Los estadounidenses se gastaron 4.700 millones de dólares en internet en el mes de septiembre, menos de los 5.500 millones del mes de agosto.
La explicación hay que buscarla en el descenso de las ventas de billetes de avión. Como los viajes cuentan por una cuarta parte del total de las ventas por Internet, un descenso en esta categoría afecta negativamente a todo el sector, según Nielsen.
Después de los viajes, la ropa es la segunda categoría en términos monetarios (no en número de clientes), con 494 millones de dólares gastados, un 79 por ciento con respecto a septiembre del 2000. A la ropa le siguen las subastas online y los libros.
El incremento en las ventas de libros, de un 138 por ciento en septiembre, confirma la teoría de los que creen que uno de los efectos positivos de esta crisis es que está provocando que la gente lea más.