WASHINGTON.- "La economía mundial se desliza peligrosamente hacia la recesión", afirma el Banco Mundial en su informe sobre las perspectivas económicas mundiales en 2002, publicado este miércoles.
El BM estima que el crecimiento económico mundial debería caer de 3,8% a 1,3% este año y apenas mejorar a 1,6% en 2002, antes de subir a 3,9% en 2003.
El informe subraya que para los países desarrollados, el crecimiento económico este año debería alcanzar apenas 0,9% y luego 1,1% en 2002, antes de subir a 3,5% en 2003, contra 3,4% en 2000.
Por su parte, el crecimiento de los países en desarrollo alcanzaría 2,9% este año, luego subiría a 3,7% el año próximo y a 5,2% en 2003, contra 5,5% en 2000.
"Estas previsiones están sujetas a un nivel de riesgo particularmente elevado", advirtió el Banco Mundial.
"Los atentados terroristas (del 11 de septiembre en Estados Unidos) dieron un serio freno a los motores de la economía mundial, que ya daban señales de ahogo", señaló el principal autor del informe, Richard Newfarmer.
"Lo que vuelve esta situación particularmente riesgosa, es que es la primera vez desde 1982 que Estados Unidos, Europa y Japón registran una desaceleración al mismo tiempo", añadió.
La desaceleración de la actividad económica en el mundo será particularmente sensible para los países en desarrollo, debido a la desaceleración de los intercambios, de la caída del turismo y de la cuasi interrupción del crédito, salvo hacia los mejores deudores. El BM destaca de todas formas diferencias según las regiones.
Los países de América Latina y Asia del Este, grandes exportadores de bienes manufacturados, fueron los primeros en ser afectados por la baja de la demanda de importaciones de Estados Unidos y Japón, antes de sufrir la debilidad de las economías europeas y la baja del precio de las materias primas.
Asia del sur "que está menos integrada a la economía mundial y puede apoyarse en un sector de servicios dinámico", estuvo menos afectada por estos factores negativos, mientras que Medio Oriente y Africa del Norte se benefician de buenas perspectivas de corto plazo gracias a los ingresos petroleros.
"Esto es, el doble shock provocado por la desaceleración simultánea de la actividad en Estados Unidos, en Europa y en Japón, y por los atentados terroristas, hace que todas las regiones hayan visto disminuir su tasa de crecimiento", según el Banco Mundial.
"Los problemas a corto plazo son serios y requieren de una respuesta inmediata. De todas formas, las perspectivas a largo plazo para los países en desarrollo se mantienen favorables", afirma el economista en jefe del BM, Nicholas Stern.
Los países en desarrollo se benefician en efecto de una mejor gestión macroeconómica que antes, que los vuelve menos receptores de los flujos de capitales volátiles, e implica un alza del ahorro, una mayor transparencia y una mejor diversificación.
Para el periodo 2005-2015, la tasa promedio de crecimiento por habitante en los países en desarrollo debería ser de 3,6%, contra 2,5% para los países ricos.
"Pero incluso aunque se mantienen estas perspectivas de crecimiento favorables para la mayoría de las regiones, algunos países corren el riesgo de quedarse rezagados, lo que volverá problemática la realización de objetivos internacionales de desarrollo, que buscan reducir la mortalidad infantil, hacer retroceder a la mitad la pobreza y aumentar la tasa de alfabetización", subraya el Banco Mundial.