DOHA.- Un férreo dispositivo de seguridad, con chequeos sistemáticos para la prensa y cierta tensión rodea a la delegación estadounidense que participa en la conferencia ministerial de la OMC, que se abre este viernes en Doha.
Estados Unidos, en plena desaceleración económica y al mismo tiempo inmerso en una guerra a poco más de 2.000 km de Qatar, es el principal protagonista de la conferencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La reunión ministerial, a la que han acudido 142 países miembros, países candidatos, decenas de ONG y centenares de periodistas, afronta a partir de este viernes unas difíciles negociaciones para sentar las bases de una nueva ronda de liberalización comercial.
Los más de 2.600 delegados oficiales, que sufrieron en los días previos a la conferencia una desorganización bastante acusada, han visto cómo la seguridad general se ha reforzado visiblemente, a medida que pasan las horas.
La delegación estadounidense cuenta solamente con 51 miembros, encabezados por el representante especial de Comercio, Robert Zoellick.
El número inicial iba a rondar las 150 personas, según fuentes estadounidenses. El contexto actual, con el temor a un ataque terrorista presente de forma especial en el Golfo Pérsico, parece haber incidido de forma decisiva en el ánimo de los estadounidenses.
Washington sin embargo apuesta muy fuertemente por un éxito de las negociaciones para lanzar una señal de optimismo económico.
Buena parte de los delegados ausentes de la delegación estadounidense han sido aparentemente substituidos por jóvenes de apariencia corpulenta y modales de corte militar.
Cada intervención pública de Zoellick o de sus consejeros viene precedida por un chequeo exhaustivo de los periodistas presentes, uno por uno, así como del material fotográfico o televisivo.
Los periodistas deben en ocasiones presentarse media hora antes para cumplir con los requisitos de la seguridad estadounidense, que no parece dispuesta a contar con el apoyo de la policía qatarí para resolver los posibles problemas.
Algunos delegados, incluidos diplomáticos de alto rango, ya han tenido roces con ese equipo de seguridad espectacular y enérgico.
El miércoles, un hombre aparentemente desequilibrado disparó contra una instalación militar estadounidense a unos 40 km al norte de Qatar.
El hombre fue abatido por los soldados. La organización de la conferencia de la OMC ha sido más bien discreta respecto al caso.
Un amplio perímetro en torno al hotel de la conferencia ha sido cortado totalmente a la circulación.
"Creo que tenemos suficientes efectivos para garantizar la seguridad de todos los participantes y celebrar en paz la conferencia", declaró este viernes el jefe organizador del evento, el jeque Abdulá bin Ahmad al-Thani.
El frente marítimo de Doha ha sido cortado en dos. Un navío anfibio estadounidense, el USS Peleliu, con 2.000 soldados del Cuerpo de Marines abordo, fue enviado por precaución cerca de Doha, declaró este viernes un responsable del Pentágono en Washington.