SANTIAGO.- El presidente del Banco Central, Carlos Massad, aseguró que la entidad no tiene evidencias para revisar su proyección de crecimiento económico de 3-4% para el 2002, aunque planteó que si Estados Unidos se recupera hacia fines del primer trimestre, el PIB chileno podría ubicarse por encima de ese rango.
"Un escenario optimista en Estados Unidos, con una recesión corta y entrando en recuperación hacia fines del primer trimestre del próximo año, podría llevarnos por encima de nuestro rango de proyección de 3-4%. Sin embargo, no tenemos evidencia que nos permitan revisar esta cifra por el momento. En todo caso, en nuestro Informe de Política Monetaria de enero daremos a conocer nuestros nuevos cálculos. Hasta ahora las mantenemos, reconociendo que probablemente el riesgo hacia abajo de las estimaciones sea hacia arriba", dijo Massad.
En todo caso, opinó que un nivel entre 3% y 4% sería un muy buen crecimiento "dadas las pésimas condiciones internacionales que enfrentaremos en el 2002".
El miércoles, el ex subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, Stanley Fischer, en una reunión con las autoridades económicas chilenas, se manifestó optimista sobre el futuro de Estados Unidos, señalando que una recuperación rápida se observará antes de mediados del próximo año, lo que Massad calificó "como una muy buena noticia para nosotros".
El titular del BC precisó que el único país del G-7 que sigue complicado es Japón, cuyas proyecciones para el 2001 y el 2002 son negativas, lo que contrasta con las políticas monetarias expansivas de EEUU y Europa, que les impedirán entrar en una recesión prolongada.
Agregó que la situación internacional adversa ha afectado los precios de los principales productos de exportación chilenos, a excepción de la harina de pescado, lo que implicará que los términos de intercambio registren una caída "relativamente fuerte" en el 2001, equivalente a US$ 2.000 millones (3% de nuestro ingreso nacional).
Massad mantuvo su proyección de precio para el cobre de US$ 0,72 la libra en el 2001 y US$ 0,74 en el 2002 y US$ 0,82 en el 2003, aunque reconoció que estos últimos valores podrían ser "un poquito optimistas" dado el contexto internacional.
Destacó que la única variable que se ha visto visiblemente afectada por los acontecimientos internacionales, en particular Argentina, es el tipo de cambio, el cual en las últimas semanas ha evidenciado una desvinculación del riesgo soberano de ese país.
"Los efectos principales de la situación argentina han sido absorbidos en buena medida por Chile, lo que confirma nuestras predicciones de que los niveles de tipo de cambio que se registraron algunas semanas atrás ($ 715-720) eran transitorios", expresó.
En cuanto a la inflación, reiteró que este año cerrará en un nivel cercano al 3% y que a mediados de 2002 esta variable se ubicará transitoriamente cerca del 4%, para finalizar en un 3,5%.
Massad concluyó que la eficiencia de la política monetaria no sólo depende de la elección de instrumentos y de su aplicación cuidadosa y mesurada, sino que también de las condiciones ambientales.
"Si hay un ambiente de desconfianza, de conflicto y depresivo en general, la eficiencia de la política monetaria disminuye, y es necesario hacer cambios más grandes para tener los mismos resultados, y eso tiene sus riesgos, que incluyen el de la volatilidad exagerada. Por eso es muy importante que la sociedad busque caminos que sean comunes, que despejen las incertidumbres que puedan existir y que aumenten el grado de comunicación, para así ir acentuando lo que nos une y no lo que nos separa.
Digo esto no por una razón política, sino principalmente por una razón de eficiencia de la política monetaria, de la cual está a cargo el Banco Central", aseveró.