WASHINGTON.- El Presidente George W. Bush obtuvo el jueves una victoria en la Cámara de Representantes con la aprobación del proyecto que le dará más autoridad para negociar acuerdos comerciales y buscar con más firmeza la meta de su Gobierno de hacer de las Américas un solo mercado.
La Cámara de Representantes aprobó la concesión de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA) o "Fast Track" al Presidente por 215 votos a favor y 214 en contra, en una de las votaciones más tensas en tiempos de posguerra sobre un proyecto de interés internacional.
Al expirar el tiempo regular de votación, la cuenta era en favor del no por 6 votos, cuando faltaban 9 representantes -8 republicanos y 1 demócrata- para votar. Una invocación de último minuto del presidente cameral, Dennis Hastert, logró los votos necesarios para la victoria.
El proyecto pasa ahora al Senado, donde el líder de la mayoría demócrata Tom Daschle ya ha dicho que no lo someterá a debate en lo que queda del año. Se espera, sin embargo, una aprobación allí, aunque no con la angustia que produjo la votación en la Cámara Baja.
La legislación es rechazada por la mayoría de los demócratas porque consideran que no es beneficiosa para los intereses de los trabajadores de EE.UU. y porque no incluye que los pactos comerciales exteriores respeten los derechos laborales y medioambientales.
Chile puede empezar a respirar con más holgura luego de este primer paso del Fast Track. Las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos terminarán en febrero próximo.
El acuerdo que produzcan las negociaciones chileno-estadounidense no podrá ser enmendado por el Congreso durante su ratificación. La misma suerte correrán otros tratados que Bush pueda alcanzar en otras negociaciones.
Bush ha dicho que la aprobación sería tomada como una victoria del comercio mundial y un indicio de que Estados Unidos estaba dispuesto a ser protagonista del fortalecimiento de la economía global.
En un comunicado entregado minutos después de la reñida votación, el Presidente norteamericano elogió a la Cámara Baja por aprobar la iniciativa, que "devolverá a nuestra nación la autoridad para negociar acuerdos comerciales".
"Ahora que la Cámara ha actuado, insto al Senado a proceder rápidamente a enviarme un proyecto de ley que yo pueda firmar", dijo Bush.
"La Autoridad de Promoción Comercial me dará la flexibilidad que necesito para asegurar las mayores oportunidades posibles de comercio para los agricultores, trabajadores, familias y consumidores" de Estados Unidos, agregó el Mandatario.
La Casa Blanca carece de esa facultad desde 1994, cuando expiró la previa autoridad y no fue renovada debido a desacuerdos entre republicanos y demócratas sobre cómo manejar temas laborales y ambientales asociados con el comercio.
Hastert afirmó en su invocación final lo que Bush ha estado repitiendo desde los ataques terroristas de septiembre: El comercio debe ser empleado como un arma internacional contra el terrorismo.
"Este Congreso o respaldará a nuestro Presidente que está luchando con valor la guerra contra el terrorismo y busca redefinir el liderazgo mundial estadounidense, o socavará esos esfuerzos en el peor momento posible", dijo Hastert.
La respuesta desde las filas demócratas vino del legislador por Nueva York, Charles Rangel, quien criticó a Hastert y a los republicanos por apelar al patriotismo para aprobar la TPA.
"Nosotros venimos a debatir a esta cámara, pero también honramos a la bandera como el que más. Deducir que no somos tan patriotas como el que más es un error", advirtió Rangel.
El voto de este jueves fue precedido de varios días de regateos, durante los cuales los republicanos aseguraron votos prometiendo apoyar los proyectos favoritos de los legisladores indecisos.
Como parte de esos trueques, antes del voto sobre la TPA, la Cámara aprobó un paquete de medidas para ayudar a los trabajadores afectados por los ataques terroristas del 11 de septiembre, dando garantías adicionales de protección a cítricos y textiles.