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Pronósticos de recuperación económica de EE.UU. se alejan

Las primeras proyecciones señalaban que a partir del primer trimestre del 2002 comenzaría el repunte de la economía norteamericana pero los últimos resultados económicos han hecho que baje el optimismo respecto a que esto se logre.

15 de Diciembre de 2001 | 08:41 | EFE
NUEVA YORK.- La esperada recuperación económica, pronosticada en un primer momento para el primer trimestre del 2002 parece alejarse, a la luz de los últimos datos económicos y anuncios de empresas, lo que afecta el rendimiento de las bolsas.

En la pasada semana de negocios, el mercado se movió a la baja, arrastrado por los poco alentadores datos de la economía y el pesimista panorama de los beneficios de las empresas, pese a que se contó con un nuevo “comodín” de alzas, como lo fue la décimo primera rebaja de tipos en lo que va de año.

Al cierre de ayer, viernes, el promedio Dow Jones de Industriales, el más importante de los mercados de Nueva York, se situó en los 9.811,15 puntos, 238 puntos ó un 2,37 por ciento, por debajo del cierre del viernes 7 de diciembre.

Por su parte, el promedio general del mercado electrónico o Nasdaq, en el que cambian de manos la mayor parte de las acciones de las empresas de nuevas tecnologías, ordenadores e internet, perdió en la semana 68 puntos, ó un 3,36 por ciento, hasta los 1.953,17 puntos.

La Reserva Federal, la Fed o banco central estadounidense, redujo sus tipos de interés un 0,25 por ciento hasta el 1,75 por ciento, con lo que el coste del dinero quedó en su nivel más bajo en 40 años.

Las 11 rebajas de tipos decretadas por la Fed, son el mayor número de reducciones del valor de crédito en un año en los EEUU en toda la historia, y dan cuenta de la decisión con la que han tenido que actuar las autoridades para librar, lo más pronto posible, a la economía de su primera recesión en una década.

Hasta antes de esta semana los analistas preveían que, dado las fuertes rebajas de tipos, los paquetes de apoyo económico tras los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre en Nueva York y Washington, y la calma y el éxito relativo de los EEUU en su combate al terrorismo, la economía comenzaría a recuperarse de manera más rápida que en oportunidades anteriores.

Los analistas hablaban de una recuperación que en los gráfico luciría como una “v”, es decir una bajada muy fuerte de la actividad seguida de una igualmente pronunciada recuperación.

Los datos de una serie de sectores de la economía parecieron por varias semanas confirmar dicha tesis, al tiempo que las medidas del gobierno y las rebajas le daban a los analistas un factor positivo extra.

Sin embargo, durante la última semana, una serie de datos económicos sembró la duda entre los especialistas, que hoy desconfían de que la recuperación sea tan fuerte como se esperaba y comienza a pensar en un curva de alza de la actividad mucho menos empinada de lo que se esperaba.

Incluso el martes, día que se pensaba las bolsas subirían por tratarse del día en que se redujeron las tasas, el Dow Jones bajó un 0,3 por ciento y el Nasdaq ganó apenas un 0,9 por ciento.

Pero el golpe más duro para los mercados se recibió el jueves, cuando se informó de que las ventas minoristas durante el mes de noviembre cayeron un 3,7 por ciento, más de lo que los economistas habían previsto, después de haber avanzado un 6,4 por ciento el mes anterior.

Si el consumo, que supone dos terceras partes de la fuerza de crecimiento de la economía estadounidense, se sigue retrayendo, las corporaciones tendrán más difícil la reactivación de su actividad.

Los analistas explican que es difícil interpretar las cifras económicas, que algunos meses muestran fuertes alzas seguidos de violentas bajas.

Ante este panorama confuso de cifras, la atención se dirige a las previsiones de las empresas, menos científicas que las cifras macroeconómicas pero muchas veces muy certeras para predecir la salud de la compañías y de la economía en general.

Y el panorama en este sentido no ha sido muy positivo, puesto que tras la ola de advertencias que se produjo tras el 11 de septiembre, las empresas siguen ajustando sus predicciones de beneficios a la baja, ahora para el 2002, cuando se suponía que todo debería haber comenzado a lucir mucho mejor.

Por ello, y a pocos días de que comience la temporada navideña, los analistas toman distancias y los inversores se muestran cautos.

Si las cifras de consumo y ventas de fin de año resultan mayores a las esperadas, es probable esperar una recuperación de las bolsas, pero si por el contrario el fin de año es decepcionante, nada hace presagiar tiempos muy favorables para los mercados.
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