WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó hoy, martes, de nuevo, sus previsiones de crecimiento para la mayoría de las economías latinoamericanas y pronosticó que Argentina sufrirá en 2002 su quinto año consecutivo de recesión.
El impacto de la desaceleración de la economía mundial desde el 2000 y de los atentados terroristas del 11 de septiembre, "ha sido particularmente intenso en América Latina", apunta el FMI.
En su último informe sobre Previsiones Económicas Mundiales, divulgado hoy, el FMI calculó que este año las economías latinoamericanas crecerán un 1 por ciento, un 0,7 por ciento por debajo de sus propias proyecciones divulgadas en septiembre.
La institución, que aconseja desde hace tres lustros a la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, pronostica ahora que esas economías crecerán el próximo año un 1,7 por ciento, casi dos puntos por debajo de la proyección de hace tres meses.
Según el FMI, la inflación en la región, que en el 2000 fue del 8,1 por ciento, este año será del 6,3 por ciento y para 2002 bajará al 5,2 por ciento.
Por su parte, el déficit en cuenta corriente, que el año pasado equivalió al 2,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la región, este año subirá al 3 por ciento y el año próximo será del 2,9 por ciento.
El FMI calculó que la economía de Argentina tendrá este año una contracción del 2,7 por ciento y el año próximo del 1,1 por ciento -el quinto año consecutivo de crecimiento negativo-, mientras que la de Brasil crecerá este año un 1,8 por ciento y en 2002 aumentará un 2 por ciento.
Chile, según el Fondo Monetario, terminará este año con un crecimiento del 3,3 por ciento y el próximo año puede esperar un incremento del 3 por ciento en su PIB, al tiempo que Colombia, que este año tendrá un crecimiento del 1,4 por ciento, aumentaría el próximo año un 2,4 por ciento.
La institución calculó que en 2001 Ecuador ha tenido unos resultados razonables y su PIB crecerá un 5,2 por ciento, pero que el año próximo su crecimiento será del 3,8 por ciento.
México tendrá este año un crecimiento nulo y en 2002 su PIB aumentará un 1,2 por ciento.
Perú, que este año crecerá un 0,2 por ciento, se encamina hacia un 2002 más próspero, con un crecimiento del 3,7 por ciento, mientras que Venezuela, cuyo PIB aumentará este año un 2,7 por ciento, deberá conformarse el próximo año con un 1,8 por ciento.
En América Latina, que desde mediados de la década de los ’80 se adhirió a las políticas macroeconómicas recomendadas por el FMI, "numerosos países pueden verse afectados por el deterioro en las condiciones de la financiación externa".
Otros ingredientes que conforman un menú poco optimista para la región incluyen, según el FMI, "la situación precaria en Argentina, una demanda externa más débil -incluida la disminución marcada del turismo- y la caída de los precios de las materias primas, especialmente del petróleo".
El deterioro de los llamados "términos de intercambio" -el desequilibrio de los precios de las materias primas que América Latina exporta en relación con los precios de los productos industrializados y servicios que importa- ha perdurado a pesar de las reformas de la última década.
La caída de los precios del café ha devastado a América Central, y la de los precios del petróleo ha afectado especialmente a Venezuela, México, Colombia y Ecuador.
La disminución del turismo después de los atentados terroristas del 11 de septiembre ha golpeado duro a las pequeñas economías caribeñas.
"Los países más pobres sufren por la reducción de la demanda externa", agrega el informe del FMI.
"Los exportadores de materias primas, aparte del petróleo, también se verán afectados por debilitamientos mayores en los precios ya deprimidos, especialmente en los productos agropecuarios", considera el documento.
El Fondo Monetario indicó que "el panorama para muchos países que son mercados emergentes continuará dependiendo del desarrollo en la aversión global a los riesgos y la extensión de la contracción generada por las presiones de refinanciación".