WASHINGTON.- El lanzamiento del euro como moneda de curso en una docena de países europeos pasa, por el momento, desapercibido en Estados Unidos, donde no se teme que la nueva divisa compita con el todopoderoso dólar.
"En realidad, la mayor parte de la transición hacia el euro ya ha ocurrido", dijo a EFE la profesora Pietra Rívoli, de la Facultad de Empresas en la Universidad de Georgetown.
"El comienzo de la circulación de los billetes de euro el primero de enero, y la sustitución en los próximos tres meses de las monedas nacionales constituyen un paso psicológico importante", agregó. "Pero el verdadero trabajo duro ya se ha hecho".
Para el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, el euro no representa un reto para el dólar en tanto que Estados Unidos mantenga su mayor productividad.
Desde su introducción en 1999 como instrumento de transacciones financieras y bancarias, el euro ha llegado a perder aproximadamente el 25 por ciento de su valor frente a la moneda estadounidense, lo que ha disipado las expectativas europeas y los temores norteamericanos.
La nueva moneda ya se emplea en las transacciones financieras en la economía global y de las redes electrónicas, por lo cual la única novedad a partir del 1 de enero será que los billetes de euro estarán en manos de los consumidores.
"Para las empresas estadounidenses que hacen negocios en Europa, esto traerá beneficios", dijo Rívoli. "Se reducen los gastos en contabilidad, cambio de monedas, y la presentación de los informes para las autoridades de impuestos".
Greenspan señaló que "en última instancia, el éxito de una moneda en el campo internacional depende del éxito en el campo propio".
"La debilidad del euro refleja la expectativa del mercado de que el crecimiento de la productividad en Estados Unidos probablemente será mayor que el de Europa", añadió.
El presidente del banco central de EE.UU. atribuyó esta mayor productividad a "las estructuras y costumbres legales, particulares, que rigen las relaciones laborales en buena parte de Europa".
Mientras que Europa "protege a sus trabajadores de algunos de los aspectos, supuestamente más rudos, de la competencia en el mercado libre", las empresas estadounidenses pueden aprovechar las oportunidades de reducir costos mediante despidos y la adopción de tecnologías más productivas, según Greenspan.
Si las leyes de un país prohiben la contratación y el despido expeditos de los trabajadores, según las necesidades de la empresa, también se limita la capacidad de los empresarios para invertir en nuevas tecnologías.
El euro se ha beneficiado en cierta medida de la necesidad de individuos y de firmas de diversificar sus activos, explicó Greenspan.
Rívoli dijo que "está por verse si el euro podrá competir con el dólar como moneda de referencia en la economía global y, ciertamente, si el Reino Unido se uniera al sistema monetario europeo, eso traería mayor crédito para el euro".
El uso del euro como moneda de referencia también beneficiaría, según la profesora de Georgetown, a países como "Argentina, que tienen una gran deuda exterior y a los cuales les conviene una referencia con sus principales socios comerciales".
En otras épocas el elevado déficit en cuenta corriente de EE.UU. hubiese disparado las alarmas sobre una posible vulnerabilidad del dólar.
En el trimestre abril-junio este déficit fue de 107.600 millones de dólares, aunque se produjo un alivio entre julio y septiembre que dejó la brecha por debajo de la marca de los 100.000 millones por primera vez en casi dos años.
Pero en estos tiempos de hegemonía económica, militar, financiera y tecnológica de Estados Unidos, a pesar de ese déficit, el valor del dólar frente a las monedas de los principales socios comerciales de EE.UU. ha subido un 4 por ciento este año, y un 35 por ciento en los últimos seis años.