BUENOS AIRES.- Entre los amplios recortes de gastos que incluye el proyecto de presupuesto público argentino para 2002 se encuentra la eliminación de unos 24.000 cargos en el sector público, informa hoy el diario "Clarín".
El plan de ingresos y gastos, delineado por el Poder Ejecutivo para obtener un equilibrio fiscal, contiene además una reducción de los egresos mayor a la anunciada por el ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Según revela el matutino, los recortes en 2002 no serán por 4.000 millones sino por unos 6.000 millones de pesos (o dólares) con respecto al plan para este año, en el marco de un presupuesto que totaliza 39.500 millones de pesos.
El proyecto prevé recortes en la administración del seguro social, la eliminación del Fondo de Incentivo Docente y el subsidio al gas en la Patagonia. También incluye reducciones en las asignaciones familiares y los fondos para las secretarías de Inteligencia y Vialidad, para las becas y pensiones del Congreso. Disminuirán además los aportes a la caja jubilatoria militar y las cuotas que se abonan a organismos multilaterales de crédito.
Asimismo, en el borrador del presupuesto se incluye un rubro denominado
"Economía por programación de la ejecución", que prevé un ahorro de 4.517 millones de pesos.
De esta cifra, unos 3.008 millones corresponderían al mantenimiento de la reducción del 13 por ciento de salarios de empleados públicos y jubilaciones. Tampoco se aclara de dónde se quitarán los 1.509 millones restantes, por lo que economistas interpretaron que el gobierno "se guarda bajo la manga la posibilidad de efectuar recortes adiciones si la recaudación es inferior a la prevista", indica Clarín.
El borrador también incluye un ahorro de unos 5.200 millones de pesos en el pago de intereses por la reestructuración de la deuda pública.
Pero para alcanzar esa cifra, en la fase internacional de la operación se debería acordar con los acreedores la reducción de las tasas de interés a sólo 2 a 3 por ciento, mientras que en la etapa local ya se canjearon bonos viejos por nuevos préstamos con un rendimiento del 7 por ciento.
Entretanto, continúan las controversias entre los legisladores y el gobierno. El Ejecutivo presiona para que el presupuesto sea aprobado antes de fin de año, lo que permitiría recuperar el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que hace dos semanas suspendió el envío de un desembolso previsto en el acuerdo stand-by con Argentina y puso al país al borde de una cesación de pagos.
Los congresistas, especialmente del Partido Justicialista opositor -que controla ambas cámaras-, consideraron poco posible apurar el tratamiento del proyecto. Asimismo, oficialistas y opositores advirtieron su rechazo a los ajustes de gastos que incluye el borrador.
Por otra parte, varios economistas afirmaron que el proyecto es "demasiado optimista" y advirtieron que el objetivo de lograr el déficit cero hará caer el gasto y por consiguiente la recaudación.