MONTEVIDEO.- La incertidumbre dominaba el jueves la sede del Mercosur en Montevideo, ante el inicio de la reunión del Consejo de Ministros que culmina el viernes con la Cumbre del bloque, tras la jornada de desobediencia civil en Argentina con saldo de nueve muertos, más de un centenar de heridos, y la renuncia del ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Pese a que las autoridades uruguayas anunciaron el miércoles que el calendario de reuniones permanecía sin cambios, hoy persistían las dudas sobre la participación argentina, y acerca del alcance de la negociación por el crítico momento que atraviesa el Gobierno de ese país que declaró el miércoles el estado de sitio por 30 días.
"Aún en tan difíciles circunstancias nos anunció el Presidente De la Rúa que él concurriría a la reunión y por tanto mañana estaremos todos junto a él para tratar de transmitirle lo que hemos estado haciendo en los últimos tiempos, cada vez que nos hemos reunido, expresarle nuestra solidaridad", manifestó anoche el Presidente uruguayo, Jorge Batlle.
Pese a la crisis, que limitará su espectro de decisiones, el Consejo de Ministros comenzará este jueves el ritual semestral de su agenda, al iniciar su XXI Reunión que finalizará el viernes con la Cumbre presidencial entre los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), más Bolivia y Chile.
Ante el crítico panorama, y una sombría perspectiva de avanzar en acuerdos de coordinación macroeconómica, de convergencia arancelaria y otros puntos, el interés de las deliberaciones se reducirá a la política externa del bloque y, eventualmente, a cuestiones institucionales.
El cúmulo de obstáculos a la integración y al perfeccionamiento de la unión aduanera -Uruguay anunciará su intención de congelar el proceso de convergencia hacia un arancel externo común- ha sumido al bloque en una verdadera crisis sobre su verdadera naturaleza y sobre sus proyecciones.
"No podemos plantear en estas circunstancias los problemas internos porque no sabemos el rumbo que tomará la crisis argentina, entonces debemos enfocarnos en las cosas que nos unen y nos permitirán una mayor proyección internacional", comentó a la AFP un diplomático comunitario.
Batlle, anfitrión y presidente pro tempore del bloque, anunció que el tema central del debate de la Cumbre -que durará apenas 90 minutos en la mañana del viernes-, será el de las relaciones con Estados Unidos, la Unión Europea y la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Los puntos a abordarse "seguramente no van a ser las cosas económicas de la región, porque notoriamente ellas están en una circunstancia o en un momento en donde no hay definiciones puesto que la situación argentina se mantiene en un terreno en donde la definición todavía no es clara", explicó.
Además de Batlle estarán presentes los presidentes Fernando de la Rúa de Argentina, Fernando Henrique Cardoso de Brasil y Luis González Macchi de Paraguay, más los invitados Ricardo Lagos de Chile y Jorge Quiroga de Bolivia, países asociados al Mercosur en tratados de libre comercio.
El Consejo Mercado Común, máximo órgano político del Mercosur, se reúne el jueves para hacer un balance del proceso de integración desde la última Cumbre en junio en Asunción, y para definir las resoluciones a revisar por los presidentes el viernes.
El balance incluirá el incumplimiento de las tareas de coordinación macroeconómica, de reducción arancelaria y de formación de un grupo de notables -que sería liderado por el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias- para la negociación internacional.
El Consejo se integra por los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía de los cuatro países miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), y más tarde se le suman los ministros de los países asociados, Chile y Bolivia.
A escasas horas para la Cumbre, un estudio del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), dependiente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), constató que "en el último año, el deterioro del cuadro económico doméstico de los dos socios más grandes del Mercosur, en especial de Argentina, agravó el ambiente de insatisfacción con el proyecto de integración".
Señaló asimismo que "se constata actualmente una pérdida de funcionalidad del proceso" y un menoscabo de la identidad de la unión aduanera subregional entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y que "es evidente que la presente crisis está lejos de ser superada".