WASHINGTON.- El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, ha pedido a las organizaciones multilaterales que ofrezcan más asistencia a América Latina, ante la desaceleración que vive la región.
En el año que ahora termina, el BID aprobó 7.800 millones de dólares en préstamos para América Latina y el Caribe, el tercer nivel más elevado de su historia, según informó hoy este organismo en un comunicado.
Iglesias, que definió a Argentina como un país "de particular preocupación" para el BID por la crisis social y económica que vive, cree que la crisis ha pegado fuerte en Latinoamérica porque ha afectado a los precios de las materias primas, "el talón de Aquiles de la región".
El presidente del BID reconoció los problemas económicos que vive América Latina, una región que ha aplicado la "receta" de las organizaciones financieras multilaterales durante más de una década, pero aseguró que, sin esas reformas, ahora "hubiera hecho frente a una catástrofe".
Iglesias comentó que el Banco Interamericano seguirá promoviendo políticas que estimulen el crecimiento económico y la competitividad, además de proteger las ganancias sociales y las pequeñas empresas.
El BID aseguró hoy que, con los 7.800 millones de dólares comprometidos, trató de responder a las crecientes necesidades financieras de América Latina y el Caribe, en un año de fuerte desaceleración económica, exacerbada por los atentados terroristas en Estados Unidos.
Como consecuencia de las peticiones de muchos de sus miembros para que acelerase préstamos comprometidos, el BID comprometió 3.100 millones de dólares en financiación dentro de sus préstamos sectoriales, en el marco de sus programas regulares de reforma y defensa de las redes sociales.
Esta institución señaló que, por octavo año consecutivo, fue este organismo multilateral el que más dinero comprometió para América Latina.
El Banco Mundial (BM), por ejemplo, ha comprometido durante este año unos 2.500 millones de dólares para América Latina.
Iglesias señaló, además, que la fuerte desaceleración que vive la región ha provocado que se "seque" la entrada de flujos de capital, que haya menos oportunidades de privatización y que aumenten el desempleo y la pobreza, lo que lleva a tensiones sociales.
Pero, según el presidente del BID, "el vaso está medio lleno y medio vacío".
Para el presidente del Banco Interamericano, este organismo y otras instituciones multilaterales "deben ofrecer una mayor asistencia para responder al reto de la actual desaceleración cíclica, que ha estado caracterizada por una contracción simultánea en las economías más poderosas del mundo".