SANTIAGO.- El Presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Alejandro Foxley, señaló que la rebaja de impuestos que entra en vigencia mañana 1 de enero de 2002 beneficiará en forma inmediata a 125 mil familias que van a dejar de pagar impuestos, ya que cualquier persona que tenga un ingreso inferior 385 mil pesos mensuales va a cancelar cero tributo, de acuerdo a la nueva legislación.
En conversación con Radio Cooperativa, expresó que también se verán favorecidos los contribuyentes que tienen una deuda hipotecaria, puesto que podrán deducir de la base de su cálculo de impuestos hasta como dos millones 800 mil pesos bajando su carga tributaria y en el tramo superior van a bajar de 45 a 43 por ciento y después a 40 por ciento la tasa de tributación máxima.
El parlamentario observó que "aquí va a haber un estímulo para que la gente tenga un poco más de ingreso disponible y por lo tanto pueda gastar más con tranquilidad gradualmente en el tiempo, y eso debiera ayudar en algo a reactivar esta economía que ha estado bastante deprimida".
En cuanto a la crítica de algunos sectores empresariales y parlamentarios de oposición que han dicho que esta rebaja es tímida y no va a ayudar a la reactivación, Foxley dijo que "nosotros habríamos preferido una rebaja mayor, sin duda".
"A mí me tocó formular una rebaja bastante más ambiciosa, junto con el senador Edgardo Boeninger. Fuimos a la directiva de la UDI y de RN y se la propusimos presentándosela al Gobierno con un acuerdo político amplio para hacerla posteriormente aprobar en el Congreso. Desgraciadamente no quisieron firmar ese acuerdo y al final lo que salió fue una rebaja bastante más modesta. De manera que es curioso que ellos mismos, que se negaron a firmar el acuerdo, ahora se quejen que la rebaja no es suficientemente generosa".
Sobre cómo se verán afectadas las empresas con el alza tributaria, Foxley dijo que éstas en Chile tienen una tasa de impuesto privilegiada, ya que es la mitad de lo que paga cualquier empresa en Europa y Estados Unidos, y el aumento que empieza a regir mañana será de 15 a 16 por ciento y después gradualmente va a subir a 17 por ciento, porcentaje que -a su juicio- "no tiene absolutamente ningún efecto ni en la inversión ni en la actividad de las empresas, porque va seguir siendo 17 por ciento, la mitad de lo que paga cualquier empresa de un país europeo".