FRANCFORT.— Con la atención centrada en el lanzamiento de la nueva moneda común, el euro, el Banco Central Europeo dejó el jueves inalteradas las tasas de interés para los 12 países que la adoptaron.
La decisión adoptada por los 18 miembros del consejo ejecutivo había sido ampliamente anticipada. El banco, con sede en Francfort, redujo por última vez su principal índice de refinanciación el 8 de noviembre, reduciéndola en medio punto al 3,25%.
Muchos analistas creen que el banco abaratará el precio del dinero en los próximos meses, aunque comentarios recientes del presidente del BCE, Wim Duisenberg sugirieron que esperará a contar con más información sobre la apagada economía europea antes de tomar una decisión.
Las estadísticas económicas han quedado superadas un tanto por la entrada en circulación el martes del euro. Duisenberg dará una conferencia de prensa especial sobre los avances del euro antes de su informe mensual de política monetaria.
"Creo que el público esperaba quizá una reducción en las tasas de interés para ayudar un poco a la economía, pero desde el punto de vista realista nadie contaba con ello", comentó el economista Nigel Anderson, de la firma londinense RBS Financial Markets.
La decisión "es plenamente consistente con los indicios dados en las ultimas semanas", agregó.
El banco central "no desea sorprender a los mercados cuando se intenta crear un ambiente de calma para la adopción del euro", comentó el economista Michael Schubert, del banco Commerzbank en Francfort.
Los gobernadores del banco central que acudieron a la reunión del jueves dijeron sentirse satisfechos con la adopción del euro y no detectaron grandes problemas en el proceso.
"Este éxito demuestra que el euro realmente cambiará Europa", dijo el delegado bancario de Portugal, Vitor Constancio.
El miércoles, segundo día de circulación del euro, 200 millones de personas -el 66% de la población de la eurozona- tenían monedas en los bolsillos y 60 millones tenían billetes, obtenidos de cajeros automáticos o de banco o como vuelto de sus compras en efectivo, dijo la Comisión Europea en Bruselas.
El 20% de las transacciones fue realizado en euros, aunque con desigualdades: desde el 3% en Italia hasta el 50% en Francia y Holanda. Más del 90% de los cajeros automáticos entregaban euros y eran la fuente principal de los nuevos billetes.
No se informó de problemas logísticos graves, dijo la comisión, aunque las colas fueron más largas que lo habitual en los bancos comerciales y las casillas de peaje de las autopistas. En Austria se interrumpió brevemente el servicio de pagos electrónicos.
Las divisas nacionales seguirán en circulación por hasta otros dos meses, dependiendo del país. Sin embargo, Holger Wenzel, director de la Asociación Alemana de Detallistas, dijo a una radio germana que el marco alemán "dejará de circular para fines de la próxima semana y sólo comerciaremos en euros".
Pedro Solbes, titular de asuntos económicos y financieros de la UE, dijo en Francfort que la transición al euro culminará al finalizar la segunda semana, tal como se propone el BCE.
El euro fue cotizado el jueves en unos 90 centavos de dólar, tras aumentar el miércoles un 1,6% en su cotización. Schubert dijo que recuperó el terreno perdido debido a la incertidumbre de la transición.