BRUSELAS.- El empleo del euro como moneda de pagos en metálico se situó, por término medio, en torno al 55 por ciento durante el 4 de enero, con lo que mantiene su progresión en casi todos los países de la euro-zona.
Según los últimos datos comunicados hoy por Bruselas, dicho porcentaje es superior o igual al 80 por ciento en dos países (Grecia y Holanda), oscila entre el 50 por ciento y el 65 por ciento en Alemania, Austria, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo y Portugal, y se sitúa entre el 25 y el 50 por ciento en España, Francia e Italia.
El Ejecutivo de Bruselas constata además que los comerciantes devuelven el cambio en euros "de manera sistemática" en casi todos los Estados participantes.
Contrariamente a lo previsto, es en los comercios donde se utilizan los billetes nacionales de gran valor, mientras que las cantidades pequeñas se cambian a menudo en los bancos, lo que está provocando grandes colas delante de las ventanillas.
Los terminales de pago electrónico funcionan de manera satisfactoria, según los datos comunicados a la Comisión Europea por las autoridades nacionales, aunque en varios Estados miembros un número muy limitado de terminales sigue enviando información en moneda nacional.
Según la información recibida, en término medio un 54 por ciento de las máquinas automáticas (venta de bebidas, parquímetros) ya están adaptadas al euro.
En este sentido, destacan especialmente tres países: Italia, Luxemburgo y Holanda.
La Comisión Europea se congratula de que en sólo cuatro días -de los cuales tres han sido laborables- el euro se ha impuesto como la principal moneda de pago en efectivo de los europeos.
"La rapidez de la transición refleja el entusiasmo de los ciudadanos por su nueva moneda", asegura la Comisión.