BUENOS AIRES.- El Senado argentino aprobó el jueves un proyecto de ley que suspende por seis meses la ejecución de bienes por incumplimiento de pagos y elimina el encarecimiento de créditos hipotecarios otorgados en dólares por entidades no bancarias debido a la devaluación del peso.
En la madrugada, los senadores votaron para otorgar una tregua a las castigadas empresas argentinas tras casi cuatro años de caída permanente del consumo que las dejó al borde de la quiebra y de perder sus bienes.
El proyecto, que debe ser sancionado por la Cámara de Diputados, promueve la suspensión por 180 días de las ejecuciones por incumplimiento en el pago de créditos hipotecarios y prendarios de empresas y particulares, que en los últimos años sufrieron una caída de sus ingresos al tiempo que subían las tasas de interés de sus créditos.
El proyecto también establece un período de seis meses en el que tanto deudores como acreedores "podrán acordar una reprogramación de los términos, plazos y demás condiciones de las obligaciones contraídas".
"A través de este instrumento jurídico (las empresas) seguramente (...) van a estar en condiciones, una vez superados sus problemas, de poder seguir trabajando y poder seguir evolucionando y capaz también de seguir produciendo y creciendo en Argentina", dijo a una radio el jueves el jefe del bloque de senadores del oficialismo, José Luis Gioja.
Al mismo tiempo la iniciativa propone suspender las transferencias de divisas al exterior, con excepción de operaciones de comercio internacional, hasta que concluya "la reprogramación de la deuda externa de deudores públicos y privados".
Tras declarar la cesación de pagos de la deuda del país en diciembre el gobierno dijo que en el corto plazo iniciará una renegociación de la deuda pública con inversores extranjeros.
Una vez sancionado por la Cámara de Diputados, el proyecto debe ser promulgado por el poder Ejecutivo para transformarse en ley.
Créditos
La iniciativa aprobada el jueves también da un respiro a las familias que se endeudaron hasta por 100.000 dólares con entidades no bancarias para comprar viviendas, al eliminar el encarecimiento de sus préstamos como consecuencia de la devaluación de la moneda local.
El gobierno del peronista Eduardo Duhalde derogó el sistema de convertibilidad cambiaria que por más de una década ató el valor del peso al del dólar y que generó una gran demanda de crédito privado.
A cambio, puso en marcha un sistema cambiario dual en el que el peso tiene un valor oficial de 1,40 unidades por dólar y coexiste con una flotación libre, utilizada para la mayoría de las operaciones financieras, que el jueves en la mañana establecía el valor del peso en 1,70/1,75 por dólar.
Para no dejar en la ruina a miles de familias que durante la convertibilidad cambiaria se habían endeudado en dólares, el gobierno ya había convertido a pesos, en una relación de uno a uno, los créditos hipotecarios de menos de 100.000 dólares otorgados por bancos.
Pero en esa norma no estaban incluidos los que tomaron deudas con entidades no bancarias, como inmobiliarias, escribanias o prestamistas.
Gioja, dijo el jueves que la aprobación del proyecto busca "resolver una situación de injusticia" y aseguró que ya fue acordado con los líderes de la Cámara de Diputados, por lo que cree que será rápidamente aprobado por ese cuerpo.
"Sí, hay acuerdo para que esto se apruebe. Incluso alguno de los temas, por no decir casi todos, se trataron en forma conjunta con diputados. De tal manera que no sé si hoy (jueves) o el martes de la semana que viene Diputados le va a dar sanción", concluyó.
Sin embargo, una fuente de la mesa de entradas de la Cámara de Diputados dijo que "todavía no (ha ingresado el proyecto), lo estamos esperando. No está previsto el debate hoy (jueves)".
Desechan capitalización de deudas
El gobierno había propuesto agregar al proyecto aprobado por el Senado un sistema que permitía a los jueces con un proceso antiquiebra a su cargo forzar a los acreedores de la empresa caída en desgracia a convertirse en sus socios minoritarios.
La propuesta era que un acreedor acepte capitalizar una acreencia quedándose con acciones ordinarias de la empresa deudora.
El sistema había sido propuesto por la Unión Industrial Argentina para proteger a las grandes empresas nacionales, y evitar que sus acreedores, específicamente los bancos, se queden con sus bienes.
La idea disparó un duro rechazo de los bancos europeos que operan en la Argentina, que fueron respaldados con un duro comunicado del Consejo de Ministros de Finanzas de la Unión Europea.
Pero el Senado decidió no incluir esa propuesta en el debate, apagando todas las expectativas.