HOUSTON.- El ex presidente de Enron Kenneth Lay anunció su renuncia al directorio de la compañía energética, que a fines del año pasado se declaró en quiebra desatando un escándalo que ha salpicado al Gobierno de EE.UU.
En una declaración emitida en Houston, donde Enron tiene sus oficinas centrales, Lay dijo que con su dimisión desea ayudar a que la empresa sobreviva a la crisis en que se encuentra.
La firma de Texas es objeto de una investigación por parte de varios comités del Congreso, uno de los cuales anunció hoy que demandará de Kenneth su comparecencia mediante una orden judicial.
El ex presidente de Enron debió concurrir hoy ante uno de los comités, pero no lo hizo después de considerar que los miembros del panel estaban en su contra, según manifestó su abogado.
"Quiero que Enron sobreviva y logre surgir de una reorganización", dijo Lay en el comunicado.
"Mi preocupación en estos momentos es la situación de los empleados y ex trabajadores de Enron, y otros accionistas y creo que es por el mejor interés de ellos que yo renuncie el directorio", expresó.
Agregó que debido a las múltiples investigaciones, "algunas de las cuales están enfocadas hacia mí, creo que mi participación se ha convertido en un obstáculo para el logro de este objetivo".
Earl Silbert, abogado de Lay, dijo en una carta dirigida a dos comités del Congreso que sus audiencias han adquirido un carácter agresivo y que "no se puede esperar que (el ex ejecutivo de Enron) participe en un proceso en el que se ha llegado a conclusiones antes de que se le dé la oportunidad de participar".
El senador demócrata Byron Dorgan y el representante republicano Peter Fitzgerald piensan emprender mañana gestiones para conseguir la presencia de Lay en el Congreso mediante una orden judicial.
"No nos queda otra opción", dijo Fitzgerald, quien apuntó que pedirá a los miembros de su partido que voten a favor de esa citación.
Lay, que iba a testificar ante el Congreso por voluntad propia, comunicó él su decisión de no hacerlo por considerar que los legisladores tenían a priori una actitud claramente en su contra.
El Comité de Comercio del Senado, que tenía a Lay como su principal testigo, canceló hoy la sesión.
Las investigaciones de los comités del Legislativo están referidas al enriquecimiento de sus ejecutivos y las engañosas prácticas contables que ocultaron durante meses la grave situación económica de la compañía.
William Powers, responsable de la investigación interna del caso Enron, reveló en un informe el pasado fin de semana que los directivos de Enron vendieron sus acciones y ganaron millones de dólares mientras la compañía violaba las normas de contabilidad y de ética.
El caso tiene visos de convertirse en el escándalo político más importante del mandato del Presidente George W. Bush, debido a sus posibles implicaciones con miembros del Ejecutivo y del Legislativo.
La empresa de compraventa de servicios energéticos fue durante años uno de los principales contribuyentes electorales, tanto de republicanos como demócratas, y donó desde 1993 más de 600.000 dólares para las campañas de Bush, amigo personal de Lay hasta su estrepitosa caída al abismo.
La Casa Blanca ha admitido diversos contactos del vicepresidente, Richard Cheney, con ejecutivos de la empresa en los meses anteriores a la bancarrota, en medio de constantes acusaciones de que la compañía trataba de influir en la política energética de este país.