GINEBRA.- La Unión Europea (UE) presentó oficialmente este jueves ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) una demanda contra Estados Unidos, a causa de sus medidas arancelarias contra el acero importado, anunció la OMC.
"La Unión Europea pidió consultas con Estados Unidos, en virtud del sistema de resolución de conflictos" sobre el contencioso con dicho país sobre el tema del acero, indicó un portavoz de la OMC.
Su órgano de resolución de conflictos (ORD) se encuenta ante uno de los más importantes conflictos que ha tenido que resolver hasta ahora, porque los intereses en juego, de Europa a China, pasando por Japón o Brasil, son enormes, en un contexto de exceso de producción del mercado mundial, de riesgos de repercusión proteccionistas en cadena, y de exasperación de las industrias en crisis.
Las consultas para encontrar una solución amistosa son la primera etapa obligada en un proceso de resolución de conflictos comerciales. Si fracasan esas consultas, la UE pedirá la formación de un grupo de expertos para examinar la conformidad de la medida estadounidense con las reglas de la OMC.
Estados Unidos podrían a continuación presentar una apelación. Un procedimiento que podría durar entre 12 y 18 meses, según los expertos.
Según fuentes diplomáticas ante la OMC en Ginebra, Estados Unidos tiene interés en que los plazos sean largos, porque eso le permitirá pasar el listón de las elecciones parciales en el Congreso, mientras que los grupos de presión estadounidenses del acero se encargan de presionar en favor de esas medidas de protección.
Una vez las elecciones hayan pasado, a finales de año, la administración estadounidense estaría probablemente más dispuesta a llegar a un acuerdo, estima uno de esos diplomáticos.
La UE representa el 25% de las importaciones estadounidenses de acero. Washington anunció el martes que está dispuesta a aumentar de forma variable los aranceles, hasta un máximo del 30%, sobre todas las importaciones extranjeras.
Las medidas estadounidenses corren el riesgo de desviar hacia el mercado europeo una buena parte del flujo de acero, en particular de Asia, que ya no puede penetrar en Estados Unidos.
De Washington a Bruselas, pasando por Tokio y Ginebra, los juristas analizan intensamente los instrumentos complejos que ofrece la OMC y los ases que disponen cada una de las partes en juego para ganar la partida.
Además de la demanda de exámen de las medidas estadounidenses, los europeos activarán otro mecanismo, previsto en el acuerdo sobre las medidas de protección.
Ese mecanismo permitirá solicitar indemnizaciones, durante las consultas, a los estadounidenses. En caso de rechazo estadounidense, la UE tiene la posibilidad de aplicar retorsiones arancelarias en un plazo de 90 días, según las condiciones definidas por la OMC.
El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, anunció el miércoles la activación de ese mecanismo relativamente rápido, e indicó que la Comisión iba a solicitar a Estados Unidos que proponga "medidas de compensación a la altura del monto de las exportaciones europeas" afectadas.
"A la luz de su reacción, veremos si es necesaria una suspensión de las medidas arancelarias respecto a (los productos de Estados Unidos), en plena conformidad con las reglas de la OMC", añadió.
La UE basa sus argumentos en el hecho que las importaciones de acero en Estados Unidos no han aumentado en absoluto, es decir, que no hace tomar medidas excepcionales como las que anunció el Presidente George W. Bush.
Según los analistas en Ginebra, la argumentación legal europea es sólida. Las estadísticas demuestran claramente que no se ha producido ese alza de las importaciones.