BUENOS AIRES.- El gobierno argentino, preocupado por el empantanamiento en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre asistencia financiera, intentará destrabarlas por gestiones personales del presidente Eduardo Duhalde y su ministro de economía.
Durante un programa radiotelefónico el sábado, Duhalde hizo saber que pidió una reunión al titular del FMI Horst Koehler y al del Banco Mundial, James Wolfensohn, con quienes coincidirá en México entre el 18 y el 22 de marzo durante la reunión de jefes de estado americanos.
El ministro de Economía Jorge Remes Lenicov proyecta reunirse este domingo en Fortaleza, Brasil, con el subsecretario del Tesoro norteamericano, John Taylor. Ambos asisten a la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El gobierno de los Estados Unidos expresó que considera a la Argentina "una amiga, aliada y socia", pero aclaró que la asistencia financiera debe pasar necesariamente por un acuerdo con el FMI sobre la base de un programa "coherente y sustentable".
La gravitación norteamericana es decisiva en la toma de decisiones del Fondo Monetario.
En el gobierno de Duhalde se admite una creciente impaciencia porque requisitos previamente acordados como base para un futuro acuerdo con el FMI, fueron luego desconocidos.
Los diarios "Clarín" y "La Nación" coinciden en que el titular de la misión, el economista indio Anoop Singh, se ha mostrado sorprendentemente "duro" en los primeros contactos con Remes Lenicov y otros funcionarios argentinos.
Habría calificado de "inconsistente" el proyecto económico que le presentaron, que comprendía la aprobación del presupuesto para el 2002, la libre flotación del dólar y un acuerdo con las provincias para reducir el déficit fiscal e implantar un nuevo sistema de coparticipación de impuestos.
El jefe de la misión del Fondo, que piensa permanecer aquí hasta comienzos de abril, habría reclamado un nuevo acuerdo con las provincias con un mayor ajuste fiscal y una prohibición para que los gobiernos provinciales emitan bonos, a fin de suplir la aguda escasez de circulante.
En declaraciones que publica el domingo "Clarín", Remes Lenicov sostuvo que "le dijimos al Fondo que no vamos a cometer los errores del pasado inmediato. No queremos prometer lo que no vamos a cumplir, como hizo el gobierno argentino en los últimos cuatro años. Sólo vamos a firmar lo que podamos cumplir".
El ministro de economía también aclaró que hasta tanto la Argentina no reciba una sustancial ayuda financiera externa, que se estima en más de 20.000 millones de dólares, el gobierno no estará en condiciones de levantar el llamado "corralito", que limita la libre disposición de depósitos bancarios.
"Si me dijeran que cuento con 20.000 millones de dólares de organismos multilaterales, entonces me animaría a liberar el mercado de cambios y eliminar el corralito. Pero no puedo trabajar apenas con una suposición", dijo Remes Lenicov.
El ministro aclaró que la Argentina busca cuatro tipos de aportes con los organismos internacionales: Uno para mitigar las carencias sociales, otro para financiar exportaciones, un tercero para el desarrollo productivo y un cuarto para reconstituir el sistema financiero.
El BID y el Banco Mundial tienen acordados unos 5.000 millones de dólares a la Argentina, que no han sido desembolsados.
En cuanto a los recursos que aportaría el FMI, Remes dijo que irán para reservas, para garantizar la intervención en el mercado cambiario a fin de asegurar el precio del dólar y para flexibilizar ese mercado.