LONDRES.- Argentina debe reformar un acuerdo para reducir los gastos en las provincias y en el sistema financiero antes de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras entidades le presten ayuda financiera, dijo el miércoles en Londres el portavoz del organismo.
"No es irracional esperar medidas sustanciales de Argentina antes de que se le provea ayuda financiera internacional", dijo el director de Relaciones Externas del FMI, Thomas Dawson, en una conferencia de prensa.
Al ser consultado sobre las negociaciones entre el FMI y Argentina, Dawson destacó que los contactos aún se encontraban en una etapa preliminar. "El proceso no será extremadamente rápido", aseguró.
La visita de una misión del FMI, que está en Argentina desde la semana pasada y concluye en los próximos días, es el primer paso para desbloquear desembolsos por unos 9.000 millones de dólares que quedaron congelados en diciembre por el desacuerdo del organismo con la política fiscal del ex Presidente Fernando de la Rúa.
Si se destrabaran esos fondos, también se liberaría ayuda financiera para Argentina de otros organismos multilaterales.
Las reformas claves para el FMI incluyen el levantamiento de un congelamiento de depósitos, denominado popularmente como "corralito", y la eliminación gradual de los bonos sin respaldo que han emitido las provincias para financiar gastos y que se utilizan como monedas paralelas.
"La situación fiscal, incluyendo las relaciones con las provincias es una situación crítica", dijo Dawson.
"El sistema financiero es claramente uno que ha sufrido fuertes tensiones y el corralito es claramente un aspecto de eso", dijo.
Luego de que el FMI suspendió el desembolso de fondos para Argentina, el país cayó en incumplimiento del pago de su deuda pública, que asciende a 141.000 millones de dólares, lo que la alejó definitivamente de los mercados de capitales mundiales.
Esto deja al FMI como la única esperanza para que Argentina logre alcanzar un paquete de ayuda financiera que le permita cumplir sus compromisos de corto plazo de cerca de 20.000 millones de dólares, sostener el polémico presupuesto de 2002 y recapitalizar el casi quebrado sistema financiero local, entre otras cosas.
Dawson dijo que el restablecimiento de la confianza de los inversores extranjeros y locales es clave para que el país vuelva a la senda del crecimiento tras casi cuatro años de recesión.
Otra de las preocupaciones del FMI es la aprobada ley de quiebras en Argentina que, según analistas, alienta a las empresas locales a caer en incumplimiento sobre sus deudas, lo que generó críticas de empresas extranjeras.
"Está claro que para los inversores locales y extranjeros hay una crisis de confianza por los cambios en la estructura legal", dijo Dawson.