SANTIAGO.- A fin de no quedarse atrás en el impulso que se le ha dado a la agenda pro-crecimiento impulsada por el Gobierno y la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), la directiva de Renovación Nacional (RN) se reunió este mediodía con la de la entidad empresarial para conversar acerca de la iniciativa que pretende retomar el crecimiento económico del país, tras tres años de escaso aumento del Producto Interno Bruto (PIB).
Tras el encuentro, tanto el presidente de la Sofofa, Juan Claro, como el de RN, Sebastián Piñera, coincidieron en la importancia que tiene para el país la iniciativa surgida del empresariado para retomar un crecimiento del PIB cercano al 7%, y valoraron el hecho de que el Ejecutivo haya decidido jugarse por esta fórmula en marzo pasado.
Claro anunció que la entidad que preside seguirá reuniéndose con otros sectores de la vida política y empresarial del país –ya lo había hecho con el alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, hace tres semanas-, pues destacó que la agenda pro-crecimiento debe materializarse lo antes posible, ya que es una de las maneras más viable para recuperar el grado de competitividad de la economía, aumentar las cifras inversión y bajar el índice de desempleo.
Ambos personeros respaldaron la decisión y la negativa del ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, de no sucumbir ante las presiones de algunos sectores de la Concertación, en especial el Partido Socialista (PS) y la Democracia Cristiana (DC), colectividades que demandan al Gobierno un aumento del gasto público, a fin de reactivar la actividad económica e ir en beneficio de los sectores más desposeídos.
Ambos partidos consideran que la política monetaria de equilibrio en las cuentas públicas no ha sido suficientemente efectiva para lograr la reactivación del país, ante lo cual presionaron al Gobierno, sin resultados positivos, para que Hacienda aumentara el gasto fiscal.
Claro dijo que esa medida significaría reeditar las malas experiencias del pasado, en que si bien se logra un crecimiento del PIB en el corto plazo, en el largo se produce una situación crónica de desempleo y estancamiento, de la cual es muy difícil salir.
“El gasto fiscal debe ser coherente con esta política de mantener un superávit estructural del 1%. Cambiar esa política significaría deteriorar la credibilidad de las autoridades y obviamente nos impactaría en nuestra clasificación de riesgo”, señaló el presidente de la entidad empresarial.
En la misma sintonía, Piñera se sumó al emplazamiento de Juan Claro sobre la importancia que tiene la materialización de la agenda pro-crecimiento, y también defendió al ministro Eyzaguirre, al dejar en evidencia lo mal que le vendría al país que las presiones por aumentar el gasto fiscal provocaran, en definitiva, una agenda anti-crecimiento.
También pidió que más allá de provocar un mayor endeudamiento del fisco como lo piden ciertos sectores de la Concertación, lo que debe hacer el Gobierno central es una reingeniería del gasto social, modernizándolo a las necesidades de la pobreza que existen actualmente y focalizándolo en los sectores más vulnerables, como el de los pensionados.
"Si desterramos la demagogia y el populismo que destruyó, por ejemplo, a la economía argentina, somos muy optimistas de que después de cuatros años de vacas flacas va a enfrentar un período mucho mejor que beneficiará a los más pobres y a la clase media", dijo el timonel de RN.