WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional se convirtió el viernes en la primera institución financiera en no sólo reconocer al nuevo Gobierno de Venezuela, sino en ofrecerle también su colaboración.
"Estamos listos a ayudar al nuevo Gobierno en lo que puedan ser sus necesidades inmediatas", dijo Thomas Dawson, director de relaciones externas de la institución.
Indicó que el FMI tiene actualmente en el "campo humano" la única preocupación sobre los acontecimientos en ese país que llevaron a un cambio de Gobierno en la madrugada del viernes.
El comentario, que dejó implícito que no había preocupación en el campo financiero, fue un indicio de que el FMI se había encontrado en buenas relaciones con el Gobierno del Presidente Hugo Chávez.
Chávez renunció en la madrugada del viernes bajo presión militar y popular, y fue reemplazado por el empresario Pedro Carmona.
El FMI envió en diciembre una pequeña misión a Caracas para "ciertas coordinaciones" de política económica con el equipo financiero de Chávez, dijo Dawson sin dar detalles.
"Esperamos que estos contactos continúen", afirmó en un diálogo regular con reporteros en la sede del FMI en Washington.
Chávez dispuso en febrero la flotación del bolívar, una medida que el FMI calificó como "en la dirección apropiada".
Desde que Venezuela decretó la libre flotación del cambio, el dólar se ha vuelto entre un 15 a 20% más caro.
Carmona aún no ha formulado anuncio alguno sobre su política económica. Pero en sus días como dirigente empresarial lideró la oposición a las políticas de tendencia izquierdista de Chávez.
Algunos analistas como David Olivares, de Standard & Poor’s, consideraron que la política cambiaria de Chávez, si bien tendría beneficios en los márgenes de intermediación bancaria, afectaba la capacidad de los clientes de un buen servicio de sus deudas.
La desconfianza que creó Chávez en el campo económico generó también una fuga de capitales. Según fuentes bancarias de ese país, sólo en lo que va del año han salido unos 40.000 millones de dólares.