WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunió con el directorio del organismo para informarle sobre la situación de Argentina y según uno de los directores no hay avances suficientes como para desbloquear una ayuda financiera que el país busca desesperadamente.
"No hay avances" dijo el director. "Todavá no es posible avanzar en la negociación de una carta de intención, porque hay una serie de cosas que hay que negociar", como el problema del gasto público de las provincias y un proyecto de ley de quiebras, señaló.
Ambos son dos de los principales puntos de discordia del FMI con el gobierno argentino para llegar a un acuerdo que otorgue fondos al país.
El directorio acudió a una sesión informativa informal tras el regreso de la misión del organismo que estuvo en Argentina revisando el estado económico del país.
"Hay preocupación porque las provincias no están todas de acuerdo en hacer el esfuerzo fiscal" necesario para reducir el déficit a la cifra que exige el FMI, que obligaría a los distritos argentinos a reducir su desequilibrio en un 60 por ciento, dijo el director.
El funcionario llegaba a esta conclusión el día en que arribaba a Washington el ministro de Economía argentino, Jorge Remes Lenicov, para asistir a las reuniones de primavera del FMI, el Banco Mundial y el Grupo de los Siete (G-7), formado por los países más ricos del mundo.
De momento, Argentina parece estar muy lejos de conseguir otra de las metas que le exige el FMI: una cifra de superávit primario nacional de 1,2 a 1,4 por ciento, según se desprende de las declaraciones que hizo el viernes Héctor Stupenengo, el portavoz de Remes Lenicov.
"Nosotros estamos con un superávit estimado de la nación del 1,4 por ciento y nosotros creemos que las provincias van a dar el 0,6 (por ciento), por lo cual andaríamos en 0,8 de superávit primario. El Fondo pide que se amplíe a 1,2/1,4 (por ciento)", dijo Stupenengo en una conferencia de prensa en el FMI.
El superávit es crucial no sólo para que Argentina cumpla una de las principales exigencias del FMI, sino también para que pueda sentarse a renegociar su deuda con los acreedores externos. El país se declaró en diciembre en incumplimiento de pagos de su de deuda pública, de unos 141.000 millones de dólares.
Mientras tanto, Remes Lenicov se enfocaba en una jornada maratónica de reuniones bilaterales con diferentes representantes del gobierno estadounidense y ministros de Economía de otros países, dentro de la serie de negociaciones que mantiene para conseguir urgentemente ayuda financiera para su país.
En la mañana, Remes y el presidente del banco central argentino, Mario Blejer, se reunieron con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill, y con el subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales, John Taylor.
Posteriormente, el ministro se encontró con la asesora nacional de seguridad del gobierno estadounidense, Condoleeza Rice, y otros funcionarios de la Casa Blanca.
En la tarde tenía previsto conversar con el ministro español de Economía, Rodrigo Rato, y Glenn Hubbard, el jefe de asesores económicos de la Casa Blanca, y terminar el día con una conversación con Pedro Malán, el ministro de Economía de Brasil.
El punto más importante de la agenda del ministro será la reunión que mantendrá el sábado con el director gerente del FMI, Horst Koehler, y la subdirectora del organismo, Anne Krueger, con quienes tendrá que revisar en qué punto se encuentran las áridas negociaciones entre el organismo y Argentina.
Stupenengo confirmó el viernes que el gobierno del Presidente Eduardo Duhalde elaborará un calendario para poner plazos de cumplimiento a las reformas comprometidas con el FMI.
"Se ha acordado ajustar con todos los sectores involucrados un cronograma común. Eso quiere decir el gobierno argentino, el Fondo Monetario Internacional, los gobierno provinciales de la Argentina, los legisladores, la banca privada, absolutamente con todos los sectores involucrados en el programa económico de Argentina", explicó el portavoz.
Stupenengo, quien aseguró que "en los próximos días" estará listo ese calendario, detalló que los asuntos incluidos en ese plan serán, entre otros, la ley de quiebras, la ley de subversión financiera, ambas polémicas, y el acuerdo de reducción de gasto con las provincias, fundamental para lograr la cifra de superávit que exige el FMI.
La ley de quiebras y la ley de subversión financiera, que son estudiadas actualmente por el Congreso, son rechazadas por el FMI tal y como están formuladas. El organismo considera que ponen en peligro la seguridad jurídica de los inversores en el país.
El calendario impondría a Argentina unos plazos de cumplimiento de las condiciones exigidas por el FMI para considerar una ayuda financiera.
Sin embargo, Stupenengo advirtió que "no me consta que eso implique un acuerdo con el FMI", incluso si el gobierno cumpliera ese plan. Argentina confirmó el viernes que busca 9.000 millones de dólares del FMI para poder afrontar el vencimiento de su deuda con organismos internacionales.