BUENOS AIRES.- La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) realizaba el miércoles un paro nacional contra el gobierno, que afectó algunas actividades básicas y provocó grandes complicaciones de tránsito en la capital y el interior del país.
La protesta, convocada bajo el lema "contra el hambre, la desocupación y la entrega", culminará con una concentración en la céntrica Plaza del Congreso, frente al Palacio Legislativo.
El secretario de la CTA, Víctor de Gennaro, dijo confiar en que la medida de fuerza "marque una verdadera rebelión nacional contra esta situación que se está viviendo en el país".
"No es posible seguir admitiendo la muerte de nuestros niños y de nuestros ancianos, sin tomar la decisión de protagonizar un cambio", dijo De Gennaro, en alusión a las graves consecuencias sociales de la crisis.
La CTA critica especialmente la decisión del Presidente Eduardo Duhalde de acatar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que según la Central implica descargar la crisis sobre los asalariados y que ello se traduce en los niveles de desempleo, pobreza, marginación social, desnutrición y mortalidad infantil.
Entre sus reclamos figuran un aumento salarial de emergencia, un seguro de desempleo de 450 pesos (unos 130 dólares) y la renacionalización del sistema jubilatorio, privatizado en buena parte por el ex presidente Carlos Menem a mediados de la pasada década.
El gobierno, a través del jefe del gabinete de ministros Alfredo Atanasov, formuló votos para que no se produzcan episodios de violencia. "Por eso les pido a mis compañeros trabajadores que no se sumen a los que aportan al caos, porque esos son sus enemigos", agregó Atanasov, quien es también dirigente sindical, en alusión a la CTA.
La combativa CTA, organizada a mediados de la pasada década, ha desplazado del principal protagonismo sindical a la Confederación General del Trabajo (CGT), la tradicional central sindical peronista, actualmente dividida en una rama "oficial" y otra "combativa".
La protesta de la CTA tuvo hoy la adhesión de los estudiantes agrupados en la Federación Universitaria Argentina, los pequeños productores y arrendatarios rurales de la Federación Agraria Argentina y de asociaciones de pequeños comerciantes y empresarios.
A partir de las primeras horas de la mañana, activistas de la CTA comenzaron a cortar rutas, carreteras y puentes de acceso a esta Capital y a ciudades del interior. En muchos de esos lugares se organizaron también "ollas populares".
En numerosas escuelas primarias, los maestros adheridos a la CTA suspendieron las clases, después de arengar a los padres de los alumnos previamente convocados, a quienes explicaron los motivos del paro.
Los médicos, enfermeros y personal administrativo de numerosos hospitales públicos se plegaron a la huelga, dejando solamente guardias de emergencia.
El sistema de transporte automotor y ferroviario,en cambio, funcionó con relativa normalidad, ya que el personal de los mismos está adherido a la CGT. Pero en zonas suburbanas piquetes de huelguistas colocaron obstáculos en las vías y perturbaron el tráfico de algunos trenes.
Las perturbaciones fueron considerables en el tráfico aéreo. Se informó que los vuelos de Aerolíneas Argentinas se cumplían solamente en un 40 por ciento, pero que la inactividad era total en los servicios de las empresas locales DINAR y LAPA.
No fueron afectados, en cambio, los servicios de las empresas internacionales de aviación.
