MONTEVIDEO.- Los bancos privados y estatales más importantes de Uruguay comenzaron hoy una campaña intentar tranquilizar a los ahorradores tras las dificultades y rumores de los últimos días sobre sus situación, en parte debido a la crisis argentina.
"Con reglas claras y respetadas, podemos estar tranquilos. Confiamos en Uruguay", señala un anuncio publicado hoy en los medios de prensa escritos de Montevideo.
La campaña, que comprende también avisos en los canales de televisión abierta y por cable, así como carteles en las calles, se extenderá por dos semanas, señalaron fuentes de la agencia encargada de organizarla.
Los 16 bancos privados, dos públicos y la principal cooperativa de ahorro que participan en la campaña destacan que están abocados a que "el fruto del trabajo y el ahorro de los uruguayos retorne como inversión productiva".
La crisis en Argentina, su segundo socio comercial, le ocasionó varias dificultades a Uruguay, entre ellas una caída del 70 por ciento de las exportaciones uruguayas a Argentina en el primer trimestre y la pérdida de competitividad en ese mercado tras la devaluación del peso argentino.
La imposición del "corralito", que hizo imposible retirar dinero en su país, propició la retirada masiva de depósitos de argentinos, que junto a los rumores de una medida similar en Uruguay, que el presidente del país, Jorge Batlle, calificó de "mentiras para perjudicarnos", contagió el nerviosismo a otros ahorradores.
Fuentes bancarias reconocen que todas las entidades se vieron en problemas, pero solo dos llegaron a una situación extrema, el Banco Galicia y el Comercial, por la crisis en Argentina.
El primero, que 15 días antes había pasado de ser oficina de representación para operar como banco y cuyos clientes en casi su totalidad eran argentinos, tuvo que ser intervenido debido a la incapacidad de cumplir sus compromisos con los ahorradores ansiosos de retirar su dinero.
El segundo fue víctima de un fraude por parte de sus socios minoritarios y tuvo que ser capitalizado por el Estado por el importe de la estafa, que superó los 150 millones de dólares.
Como resultado, la avalancha de retiro de depósitos fue "sustancial", según admitió recientemente, aunque sin precisar cifras, el director del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), Carlos Rodríguez Labruna.
Según el economista Walter Cancela, el anuncio de ayuda financiera internacional por más de 3.000 millones de dólares ha no podido detener la retirada de depósitos, aunque sí frenarla.