HALIFAX, Canadá.- Los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete países más industrializados (G7) manifestaron que están confiados en las perspectivas de la economía mundial, en un comunicado conjunto emitido este sábado al término de una reunión de menos de 24 horas en Halifax (Canadá, este).
Las economías de los miembros del G7 -Estados Unidos, Canadá, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Francia y Japón- "no pararon de fortalecerse y deberían continuar haciéndolo durante el año", indicaron los responsables, para quienes "las perspectivas futuras son alentadoras".
Mientras los ministros almorzaban en un hotel luego de sus reuniones en la ciudad portuaria del Atlántico canadiense, la policía se enfrentaba con unos 200 manifestantes que protestaban en las calles, lanzándoles gases lacrimógenos y deteniendo a dos de ellos, luego de que el grupo intentara ingresar a la zona prohibida derribando vallas metálicas.
Los incidentes fueron confirmados por la propia policía, pero no se informó de heridos.
En sus deliberaciones, los ministros de Finanzas abordaron la caída del valor del dólar y el abatimiento de los mercados globales, donde los inversores se han visto amenazados por varios escándalos de corporaciones.
"Enfatizamos la importancia de la transparencia, incluyendo el sector privado, para el buen funcionamiento de los mercados en cualquier parte", dijeron los ministros.
Las discusiones aquí sirvieron de anticipo para la cumbre de líderes del G7 y Rusia -conocido como Grupo de los Ocho- que tendrá lugar el 26 y 27 de junio en Kananaskis, Alberta (Canadá).
"La situación de nuestras economías continúa mejorando, como hemos visto aquí en Canadá", dijo el ministro canadiense de Finanzas, John Manley, en una conferencia de prensa conjunta al término de la reunión.
Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Paul O'Neill, reafirmó que su Gobierno apoya la política de un dólar fuerte y confió en la recuperación del mercado bursátil de Estados Unidos, luego de que cerrara el viernes en su nivel más bajo desde los atentados del 11 de septiembre.
"Sí, tenemos una política a favor de un dólar fuerte y no tenemos la intención de cambiar esta política", dijo O'Neill a la prensa tras la reunión del G7. Los mercados bursátiles estadounidenses reflejarán "en un momento o en otro la fuerza intrínseca de la economía estadounidense", agregó.
La moneda estadounidense se sitúa en su nivel más bajo frente al euro desde hace 17 meses.
En tanto, altos funcionarios europeos saludaron el fortalecimiento del euro frente a la divisa norteamericana, que se deprecia levemente, como una ayuda a la recuperación económica.
"Es claramente a favor de Europa el tener una cotización estable que refleje las bases de la economía europea", dijo el ministro de Economía, español Rodrigo Rato, presidente del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro.
Por su parte, el comisionado para asuntos monetarios y económicos de la Unión Europea (UE), Pedro Solbes, dijo que la recuperación del euro refleja el hecho de que estuvo subvaluado por los mercados financieros.
También el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, dijo no preocuparse por el descenso actual del billete verde y sostuvo que la zona euro está "a favor de un euro fuerte".
Argentina, que atraviesa una severa crisis financiera luego de una recesión que ya lleva cuatro años, fue un ejemplo contundente de los potenciales riesgos de la economía mundial.
"Reconocemos las difíciles circunstancias que enfrenta el pueblo de Argentina y que la manera de seguir adelante es desarrollar un plan para lograr una recuperación económica creíble y sustentable", señaló el comunicado del G7.
Al igual que en su reunión de abril, los países ricos se manifestaron "alentados por los progresos importantes" realizados por Argentina, pero destacaron que debe hacer más para reformar su sistema bancario y mejorar su marco monetario.
Además, de analizar la situación económica mundial, los representantes también abordaron un tema en el que mantienen profundas diferencias y es cómo entregar la ayuda a los países más pobres, especialmente en Africa.
Los ministros anunciaron que alcanzaron un acuerdo para que entre 18 y 21% de la ayuda del Banco Mundial a estos países sea efectuada en forma de donaciones en lugar de préstamos.
También se felicitaron por los progresos realizados desde el 11 de septiembre -fecha de los atentados terroristas contra Estados Unidos- para luchar contra el financiamiento del terrorismo.
Los ministros pidieron al Grupo de Acción Financiera sobre el Blanqueo de Capitales (GAFI) que "determine los países que deberían ser objeto de una evaluación de seguimiento y de una ayuda técnica de parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial y de las Naciones Unidas".