WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó este martes que acordó liberar créditos por 10.000 millones de dólares para el Brasil, con el propósito de aliviar las presiones del mercado derivadas de una incertidumbre política por la posible elección en octubre próximo del candidato presidencial de la izquierda.
La decisión fue anunciada en una jornada en que el Banco Central intervino en dos ocasiones en el mercado cambiario para comprar reales por dólares y evitar la desestabilización de la moneda brasileña. El valor estimado de ambas intervenciones fue calculado en unos 50 millones de dólares.
La junta de directores del FMI adoptó la decisión al concluir la tercera revisión de las acciones de reforma económica a las cuales se comprometió el gobierno brasileño en septiembre pasado.
La revisión exitosa da a Brasil acceso inmediato a créditos por 4.800 millones de dólares, más unos 5.200 millones en créditos que el gobierno del Presidente Fernando Henrique Cardoso había estado ponderando con cautela.
Luego de la reunión de la junta, su presidenta interina y subdirectora gerente del FMI Anne Krueger, dijo que las bases económicas del Brasil continuaban fuertes, aun cuando la inflación en los últimos 12 meses seguía "por encima de los niveles pactados".
"En el mediano plazo, las autoridades tendrán que continuar el trabajo de reducir el enorme requerimiento de préstamos exteriores y los requerimientos del sector público", dijo Krueger en un comunicdo. "Un mayor progreso en estas áreas así como en los aspectos pendientes de la agenda de reforma estructural, contribuirán a un mayor fortalecimiento en la posición del Brasil en los próximos años".
La liberación de los recursos había sido adelantada el viernes, pero era esperada recién para el miércoles 18.
El adelanto se debe al parecer a la necesidad de apresurar la disponibilidad de recursos por el gobierno de Brasilia, que cerró la semana pasada con drásticas decisiones para aliviar las presiones del mercado ante una incertidumbre política.
El Banco Mundial dijo coincidentemente el viernes que Brasil tenía a su disposición un paquete de 1.000 millones de dólares para canalizar recursos a los sectores de la educación, energía y finanzas del país.
El gobierno de Cardoso decidió girar el viernes sobre la línea de crédito de contingencia del FMI, que anteriormente había rechazado, como un recurso extremo para encarar una potencial crisis.
El gobierno de Brasilia también anunció que elevará su meta de superávit fiscal y pedirá al FMI más libertad para el uso de sus reservas oficiales en la intervención de los mercados financieros.
Estos pasos fueron parte de una amplia estrategia brasileña para encarar la volatilidad de su mercado que se ha visto particularmente agravada por la incertidumbre que han generado las elecciones presidenciales de octubre, en que el favorito es el sindicalista de izquierda Luiz Inacio "Lula" da Silva.
