VALPARAISO.- El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, rebajó hoy el crecimiento de la economía para este año a 3,2 por ciento, luego de estimaciones que indicaban un aumento de entre 3,0 y 3,5 por ciento.
El secretario de Estado expuso ante las comisiones mixtas de Hacienda del Congreso y expresó que la moderación en el crecimiento se debe a factores externos, como la crisis internacional y de países vecinos, entre ellos Argentina y Brasil.
Por su parte, el director de Presupuestos, Mario Marcel, informó que los ingresos fiscales experimentarán una caída de $ 273.000 millones (US$ 395,5 millones), a $ 10.149.000 millones (US$ 14.702,3 millones), este año, con respecto a lo originalmente previsto.
Indicó que lo anterior redundará en un déficit público efectivo de 0,7% del PIB, en vez del 0,3% considerado en la Ley de Presupuesto 2002 y del 0,6 estimado en mayo pasado.
"En el 2002 la política fiscal jugará un rol contracíclico de importancia como consecuencia del menor ritmo de crecimiento anual proyectado y la postergación en la recuperación del precio del cobre. En efecto, las últimas proyecciones de las autoridades para los principales determinantes de los ingresos fiscales, esto es, el crecimiento del PIB, de la demanda interna y el precio del cobre, son inferiores a las supuestas al momento de elaborarse el Presupuesto 2002. Esto ha producido una reducción de los ingresos fiscales respecto a lo presupuestado de $ 273.000 millones anuales", dijo Marcel.
Precisó que el mayor déficit fiscal que se espera sigue siendo compatible con el cumplimiento de la regla del superávit estructural del orden del 1% del producto, ya que en 2002 se estima que el balance arrojará un saldo positivo de 0,9% del PIB.
No obstante, advirtió que las nuevas proyecciones económicas utilizadas para 2002 (PIB +3,2% en lugar del +3,0/3,5% previo; demanda interna +3,3% v.s +5,5%; y precio del cobre US$ 0,739 la libra v.s US$ 0,780) no incorporan los eventuales efectos de los últimos acontecimientos registrados en Brasil y en los mercados financieros internacionales.
Por ello, afirmó que se continuará efectuando un cuidadoso seguimiento de la coyuntura mundial, y que se incorporará a las estimaciones de 2002 "cualquier cambio en el que exista evidencia robusta de un efecto sobre la situación económica en Chile".
En todo caso, Marcel se mostró seguro de que el actual marco de política macroeconómica, constituido por una política fiscal basada en el superávit estructural y un Banco Central autónomo con metas de inflación y un tipo de cambio libre, constituye "la mejor protección frente a un empeoramiento de las condiciones externas y un factor de diferenciación de Chile con respecto a las demás economías de América Latina".
En su exposición a los parlamentarios, Marcel enfatizó además que la conducción de la política fiscal no debe acotarse al cumplimiento de los objetivos macroeconómicos, sino que debe extenderse a la búsqueda de mayor eficiencia en la asignación y en el uso de los recursos públicos.
Por tal motivo, resaltó el aumento del número de indicadores de desempeño incorporados a la información presupuestaria de este año a un total de 537, con un significativo mejoramiento de calidad y pertinencia de los mismos.
Acotó que en lo que va corrido del año se han efectuado 14 evaluaciones de programas, y que se encuentran en desarrollo otras tres.
Como expresión del compromiso por una conducción transparente de la política fiscal y de la gestión financiera del Estado, Marcel informó también que durante julio se convocará a la comisión de expertos que definirá el PIB potencial del país (actualmente estimado en 4,9%), cifra que servirá para apoyar la estimación del balance estructural del gobierno central.
La comisión estará integrada por unos 15 economistas, los que deberán entregar sus resultados en agosto y cuya tarea será "fijar los supuestos para las variables que permiten proyectar el PIB potencial, aplicándose para este efecto una metodología similar a la empleada en la fijación del precio del cobre de largo plazo (de US$ 0,90 la libra)".
En tanto, enfatizó el avance en el desarrollo del proyecto SIGFE de modernización de la gestión financiera. La iniciativa, que cuenta con el apoyo del Banco Mundial y con la participación de la Contraloría General de la República, permitirá implementar un sistema en línea de información y gestión presupuestaria y de sus procesos complementarios, el que quedará completamente implementado el 2005.
Finalmente, Marcel informó de la solicitud de asistencia técnica del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para el desarrollo de un sistema de información y administración de pasivos contingentes ligados al sistema de concesiones de infraestructura, y para el diseño de un informe estándar sobre gestión de activos y pasivos financieros, respectivamente.
Puntualizó que el Gobierno ha declarado al FMI su intención de someterse a una evaluación de transparencia fiscal, la que se realizará durante el segundo semestre.
