SANTIAGO.- El Gobierno decidió aplicar salvaguardias del 10 por ciento, en principio por un año, a las importaciones de acero laminado en caliente y alambrón, salvo los productos procedentes de Canadá, México y Perú.
El arancel general a las importaciones es en Chile del 7 por ciento y la medida de aumentarlos para esos dos derivados del acero puede ser renovada, según consta en el Diario Oficial, donde hoy fue publicada.
Las salvaguardias no se aplicarán a las importaciones de acero que provienen de Canadá, México y Perú por existir acuerdos comerciales con estos tres países.
La sobretasa arancelaria fue solicitada en diciembre pasado a la Comisión de Distorsiones por la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), su filial Compañía de Acero Huachipato y la siderúrgica Gerdau Aza.
Las compañías, que producen el 70 por ciento del acero con el que cuenta el mercado chileno, habían demandado originalmente un alza temporal de los aranceles de un 25 por ciento al acero proveniente del exterior.
Ello a raíz de la decisión de Estados Unidos de proteger la producción de acero de ese país con la imposición de aranceles de entre 8 y 30 por ciento sobre las importaciones del metal, medida que fue calificada de "proteccionista" por diversos países.
La petición fue rechazada por la Comisión de Distorsiones, lo que motivó una apelación de parte de los afectados.
La demanda de los productores chilenos fue rechazada de pleno por la Asociación de industriales Metalúrgicos y Metalmecánicos (Asimet) y quebró las relaciones entre productores e importadores del gremio, del que se retiraron Gerdau y Aza, y la CAP.
Los industriales metalúrgicos han afirmado que la producción nacional de acero no es suficiente para satisfacer las necesidades del sector metal mecánico interno.
Según Asimet, la salvaguardia al acero puede afectar el empleo del sector y también el futuro de la industria metalúrgica cuyos esfuerzos tecnológicos le han permitido exportar bienes por 1.000 millones de dólares en la actualidad.