SANTIAGO.- La economía chilena crecerá a un ritmo más débil este año debido a las turbulencias financieras regionales que afectarán a su recuperación, dijo el miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un reporte anual sobre la economía nacional, el FMI recortó su proyección de crecimiento del país a 2,6 por ciento desde un 3,0 por ciento inicial previsto para 2002, con una inflación que se mantendría dentro de la banda escogida por las autoridades de entre 2,0 y 4,0 por ciento.
Pese al complejo escenario de las naciones vecinas, Chile soportará bien esas complicaciones, dijo el organismo.
Al respecto el Presidente de la República, Ricardo Lagos, le restó dramatismo a la proyección de crecimiento, asegurando que la economía nacional es muy sólida.
"Hay que hacer un seguimiento porque la economía está muy dinámica, muy fluida", agregó el Mandatario.
"Estas proyecciones suponen que la demanda interna se fortalecerá en un plazo relativamente breve, gracias a la adopción de una política monetaria expansiva y al impulso de un mayor gasto en inversiones de empresas públicas", dijo el FMI.
El recorte en las proyecciones de crecimiento del organismo está en línea con otras rebajas efectuadas, incluso por el propio Gobierno, debido a las dificultades de naciones vecinas como Argentina, Uruguay y Brasil.
El reporte del FMI agregó que las turbulencias regionales pueden afectar el desempeño económico de Chile, pero consideró que el país continuará ajustándose de buena manera a los adversos impactos externos.
Asimismo, el organismo resaltó la buena perfomance económica de Chile, pautada por la estabilidad política, una buena gestión de los asuntos públicos e instituciones sólidas.
El Consejo de administración del FMI realizó su análisis anual el 19 de julio y en sus conclusiones subrayó que "las bases fundamentales de la economía chilena son sanas y mejoraron con la evolución del sistema político en los últimos años".
"Los miembros del Consejo de administración felicitaron a las autoridades chilenas por su adopción de un marco de política económica coherente y consistente, apoyado en la flexibilidad de las tasas de cambio, un objetivo de inflación y un excedente presupuestario estructural que permitió en 2001 preservar la estabilidad macroeconómica, garantizar el acceso a los mercados financieros y asegurar un crecimiento moderado", subrayó el Fondo.
Agregó que las reservas internacionales permanecen en niveles aceptables y el sistema bancario sólido. A pesar de una depreciación sustancial del peso por factores externos, la inflación permanece en la banda prevista del 2 al 4%.
La tasa de desempleo seguía siendo elevada en 2001, alrededor de 9%, comparada con el 6% antes de la recesión de 1998-99.
Para el FMI, "la combinación de un objetivo de inflación y de tasas de cambio flotantes continúa beneficiando a Chile", permitiéndole a causa de una inflación baja, reducir las tasas de interés ante la desaceleración del crecimiento económico.
El organismo agregó que el Banco Central no intervino en los mercados de cambios sino en circunstancias excepcionales y señaló "la importancia de continuar esta estrategia en un entorno difícil e incierto".
Destacó que el país mantuvo un régimen de comercio muy abierto y continuó con la reducción unilateral de su tarifa externa común, ahora por debajo del 7%. En un área, sin embargo, un reciente panel de la OMC, ha manifestado críticas al sistema de bandas de precios aplicado a ciertas importaciones agrícolas.
Señaló también el acuerdo que el país firmó con la Unión Europea y esperan que sea pronto ratificado por el Congreso chileno, al tiempo que manifestó su expectativa de que las negociaciones para un acuerdo con Estados Unidos avancen del mismo modo.
Asimismo, manifestó su satisfacción por el progreso que se hizo en la consolidación de la supervisión de los conglomerados financieros, y por los esfuerzos para fortalecer la legislación contra el lavado de dinero y el reclamo de las autoridades para un Programa de Evaluación del Sector Financiero en los próximos meses.
Algunos directores del organismo también recomendaron la consideración del ingreso de capital privado en las compañías estatales.