WASHINGTON.— Estados Unidos transfirió hoy lunes 1.500 millones de dólares a Uruguay para evitar el colapso de su sistema bancario, con cargo a devolución esta misma semana de fondos que le concederán al país tres organismos financieros de Washington.
"El préstamo ha sido desembolsado a las 8:00 de esta mañana", dijo Tony Fratto, vocero del Departamento del Tesoro.
En Montevideo, algunos bancos abrieron incluso anticipadamente, hasta tres horas antes de su horario regular, como el caso del Banco ACAC asociado a Credit Agricole de Francia. Otros, en avisos de prensa, adelantaron que lo harían en su horario habitual.
El dinero procede del Fondo de Estabilización de Cambio, un instrumento del Tesoro estadounidense creado hace siete décadas para la estabilización mundial del dólar.
Es la primera vez que el Presidente George W. Bush apela a esos recursos en su administración de 19 meses. Su antecesor, Bill Clinton, lo hizo en varias ocasiones durante ocho años, siendo el más notable un paquete de 50.000 millones de dólares para México en 1995.
El llamado "puente financiero" fue anunciado el domingo cuando el secretario del Tesoro Paul O’Neill iniciaba una gira por Brasil, Uruguay y Argentina, tres países con las más severas dificultades financieras actualmente en América Latina.
O’Neill, quien visitaba hoy lunes ciudades brasileñas, estará el martes en Montevideo por unas horas y luego procederá a Buenos Aires.
Mientras los bancos operaban en una aparente normalidad en Uruguay, en Washington una misión de ese país pisaba fuerte el acelerador para concretar acuerdos esta semana con el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo.
El director gerente del FMI Horst Köhler dijo en un comunicado que estaba listo a recomendar a la junta de directores un incremento de casi 500 millones de dólares en el actual acuerdo stand-by con Uruguay.
Este incremento es parte de un plan para proporcionar al país unos 800 millones de dólares en ayuda financiera adicional del propio FMI, BM y BID.
El FMI dijo que el aumento de su crédito stand-by, que será considerado el miércoles, elevará a 2.800 millones de dólares el total del programa y seguirá a incrementos previos que fueron aprobados por el directorio el 25 de junio, de unos 1.500 millones más.
Köhler también ha recomendado la aceleración del desembolso de unos 150 millones a Uruguay bajo el acuerdo stand-by. Esta suma, al combinarse con el incremento de 500 millones y los 150 millones de un ya planeado desembolso en agosto, pondrán el total del financiamiento inmediato del FMI en 800 millones.
El BM dijo que su directorio considerará también el miércoles la aprobación de un ’’crédito de ajuste estructural’’ y otro de "ajuste estructural especial" por un total de 250 millones de dólares.
El BID no ha dado detalles del monto de su participación en el paquete de rescate. Pero si el monto total es de 1.500 millones, su aporte sería el restante, unos 650 millones.
Para Köhler, el "puente financiero" que tendió Estados Unidos a Uruguay fue solamente un recurso temporal para facilitar el movimiento el sistema bancario ya que las autoridades en Montevideo habían "formulado un plan que facilitaba la reapertura".
Esta fue una referencia a una ley de apoyo al sistema financiero aprobado por el Congreso uruguayo en el fin de semana, en el cual se fijan nuevas reglas de juego sobre los bancos y la reprogramación de más de 2.200 millones de depósitos a plazo fijo de los bancos oficiales República e Hipotecario.
La banca uruguaya se ha quedado sin recursos ante el retiro masivo de depósitos por clientes, mayormente de origen argentino que no podían disponer de dinero ante las limitaciones impuestas por la banca argentina.