WASHINGTON.— El gobierno investiga una serie de ataques electrónicos lanzados en la madrugada del martes contra proveedores estadounidenses de la internet, horas después que las autoridades italianas advirtieron al FBI de tal posibilidad.
El impacto de los ataques parecía limitado y no había informes de páginas inhabilitadas en la red ni tampoco demoras en el tráfico de correos electrónicos.
Una catarata de llamados, un 700% más que el tráfico habitual, fue dirigida a proveedores de servicios de internet y páginas de la red en la costa este norteamericana a partir de las 2 de la madrugada hora local y luego se dirigió a la costa oeste, dijo un funcionario con la condición del anonimato.
Pero al contrario que en algunos ataques recientes que interrumpieron los servicios de cientos o miles de computadoras para abrumar determinadas páginas en la red, el del martes pareció provenir de un número relativamente reducido de computadoras, agregó la fuente.
Ese hecho permitió que los proveedores de la internet protegieran sus redes con mayor facilidad filtrando los datos de las computadoras en cuestión.
El FBI emitió una enérgica advertencia horas antes del comienzo de los ataques en base a informaciones recibidas de las autoridades italianas, dijo el funcionario.
El alerta citó "informaciones verosímiles pero no específicas de ataques en gran escala de intrusos electrónicos" contra páginas estadounidenses en la red y proveedores de internet, "posiblemente procedentes de Europa occidental".
Los primeros ataques se dirigieron contra empresas de la costa este, incluyendo algunos en Virginia y Maryland, y luego viraron al oeste en Seattle, dijo la fuente.
La Casa Blanca y el Centro de Protección de la Infraestructura Nacional, del FBI, vigilaban la situación.
Algunos expertos indicaron que los ataques se neutralizan con tal facilidad que no tienen impacto alguno en la internet.
