MONTEVIDEO.- La central sindical uruguaya PIT-CNT dijo este miércoles que el presidente Jorge Batlle perdió legitimidad para manejar la enorme crisis económica y social del país, durante un paro general realizado dos días después de reabiertos los bancos, tras seis jornadas de feriado.
La suspensión de actividades, que comenzó a media mañana y se extiende hasta la medianoche, tuvo un moderado acatamiento en el transporte y las zonas comerciales de la capital pero fue prácticamente total en bancos, centros de enseñanza y oficinas públicas.
En Washington, el directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó el miércoles un nuevo préstamo de rápido desembolso a Uruguay por 500 millones de dólares, parte del paquete de ayuda por 1.550 millones recomendado el domingo por el FMI, el Banco Mundial y el propio BID.
En Montevideo, unas 3.000 personas, según estimaciones independientes, se reunieron al mediodía ante la sede presidencial en donde los líderes del PIT-CNT repudiaron el "modelo neoliberal" y denunciaron la "incapacidad" de Batlle para superar la recesión que lleva cuatro años y ha condenado a miles de uruguayos al desempleo y la emigración.
En su proclama, la central denunció "la incapacidad de conducción del gobierno, el cual ha mentido en forma permanente perdiendo la legitimidad que en su momento le dio la ciudadanía".
El ministro del Interior Guillerno dijo que la jornada transcurrió sin incidentes y desestimó los cuestionamientos sindicales a la legitimidad del gobierno.
"La legitimidad la da el pueblo en las elecciones cada cinco años", dijo Stirling.
En medio del paro, unos 6.300 empleados bancarios resolvieron declararse en conflicto en defensa de los cerca de 2.000 funcionarios que podrían perder sus empleos debido a la liquidación de entidades privadas que cayeron a consecuencia de un masivo retiro de depósitos.
El gobierno, por su parte, anunció este miércoles la detención de José Peirano, directivo del liquidado Banco de Montevideo-Caja Obrera y cuyo colapso precipitó una corrida bancaria que obligó a Uruguay a cerrar sus bancos por seis días y salir en busca de respaldo internacional.
El banquero, que se suponía en el exterior, se entregó a la policía y compareció ante un juez junto a sus hermanos Dante y Jorge, detenidos e incomunicados desde el martes, por las mismas denuncias de fraude en el Banco Montevideo-Caja Obrera.
Los Peirano están además requeridos por Paraguay por la quiebra del banco Alemán, perteneciente, al igual que el banco Montevideo, al Grupo Velox. También están detenidos desde el martes los dirigentes del grupo bancario regional Mario Guadalupe, Mario San Cristóbal y Juan Ratti.
Los jerarcas del Banco Montevideo son acusados del desvío de varios cientos de millones de dólares al Trade and Commerce Bank (TCB) de Islas Caimán, propiedad del mismo grupo.
La plaza financiera uruguaya, otrora refugio seguro de ahorristas argentinos, se desplomó al compás de la crisis del vecino país.
En los últimos siete meses enfrentó una imparable ola de desconfianza que le hizo perder 3.931 millones de dólares en depósitos y las reservas cayeron 81% hasta situarse en 569 millones de dólares al 5 de agosto.
Con respaldo expreso de Washington, Uruguay recibió esta semana 1.500 millones de dólares para mantener la estabilidad del sistema bancario. En la banca estatal fueron reprogramados a tres años los depósitos a plazo fijo en moneda extranjera en tanto que unos 1.100 millones respaldarán sus cuentas corrientes y cajas de ahorro.
Los restantes 400 millones respaldarán los depósitos a la vista de cuatro bancos privados con problemas y suspendidos en sus actividades.
El riesgo país de Uruguay, en tanto, cayó este miércoles a 2.328 puntos básicos, un 2,18% por debajo de los 2.380 del martes, según la medición de la administradora de fondos previsionales República AFAP.
Durante 2002 el índice más bajo se registró el 2 de enero (216 puntos) y el más alto el 30 de julio (3.099).