ASUNCION.- Paraguay espera el regreso de Washington de sus autoridades económicas para conocer el veredicto del Fondo Monetario Internacional (FMI) a las medidas económicas propuestas por el Gobierno para enfrentar la difícil situación económica.
Muy lejos de los 30.000 millones de dólares que recibirá Brasil e incluso de los 1.500 millones que percibirá Uruguay, el "hermano menor" del Mercosur espera que el Fondo rubrique, en cuanto las reformas económicas tengan sanción parlamentaria, el acuerdo "stand by" o de contingencia de alrededor de 200 millones de dólares anunciado el 26 de julio.
El pasado miércoles, el Gobierno entregó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Transición Económica y ese mismo día el ministro de Hacienda, James Spalding, y el presidente del Banco Central de Paraguay, Raúl Vera Bogado, volaron a Washington para explicar a las autoridades del Fondo las excelencias del plan.
En la agenda del viaje se encontraba también la negociación con el Banco Mundial (BM) y con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de los términos para la eventual entrega de dos créditos de 50 y 40 millones de dólares, respectivamente, cuya concesión se espera concretar apenas esté firmado el crédito de contingencia con el FMI.
Ambos créditos, que se unirían a un préstamo de 25 millones de dólares concedido por Taiwán, con el que Paraguay mantiene estrechas relaciones diplomáticas y comerciales, y a más de 50 millones de euros (la misma cantidad en dólares) concedidos por la Unión Europea, son considerados "fundamentales" para poder reactivar la maltrecha economía paraguaya.
No todos creen, sin embargo, que el dinero sea suficiente para arrancar la locomotora de la economía.
La consultora internacional de riesgo Moody’s Investor Service ha subido su valoración de riesgo de inversión en Paraguay hasta la categoría "B2" -país poco recomendable para la inversión-, ya que, en su opinión, si bien en este momento es el país con menor deuda de la región -apenas 2.190,2 millones de dólares a junio de este año-, el pasivo va a crecer a corto plazo.
Para Moody’s, con unas reservas de 520 millones de dólares y un crecimiento negativo de la economía de un 2 por ciento, existe un riesgo alto de que en algún momento Paraguay no pueda hacer frente a su deuda, más aún si se tiene en cuenta la situación de "incertidumbre política y económica" de sus principales socios comerciales, Argentina y Brasil.
Mañana, lunes, se espera el regreso de Washington de los dos funcionarios paraguayos y con respuestas en sus maletas.
A pesar de que el proyecto de ley de Transición Económica prevé una fuerte reducción del actual régimen de pensiones y subsidios del Estado y un incremento tanto en porcentajes como en conceptos sujetos a tributación, el Gobierno no ha podido sacar adelante puntos que el Fondo consideraba importantes.
"Sí o sí hay que subir el IVA en tres puntos (del 10 al 13 por ciento)", dijo el jefe de la misión negociadora del Fondo en Paraguay, Thomas Reichmann, el día en que se anunció el acuerdo alcanzado con el Gobierno.
Menos de dos semanas después, Spalding y Vera, en medio de fuertes divergencias con miembros del Gabinete de Luis González Macchi y la oposición de los sectores empresariales, que acusaron al Gobierno de hacerles asumir siempre "los costos de la ineficiencia del Estado", propusieron una subida del IVA del 10 al 11 por ciento.
Donde no hubo titubeos fue en la reforma de las pensiones, donde se ha eliminado la paga extra de Navidad (el "aguinaldo") y se ha incrementado del 14 al 18 por ciento del sueldo el aporte de los afiliados a la Seguridad Social.
Tampoco ha habido dudas en los impuestos selectivos, en los productos que deberán pagar IVA, ni en el recorte, decidido ya a principios de mes, del presupuesto del Estado para el último trimestre en 110.000 millones de guaraníes (unos 18 millones de dólares).
Aunque los fondos del acuerdo "stand by" irán destinados a reforzar las reservas del Banco Central, su llegada será fundamental para estabilizar el precio del dólar y hacer viable un presupuesto calculado con un cambio de 4.700 guaraníes por dólar (actualmente está en 6.200), en un país dolarizado en un 70 por ciento.