JERUSALEN.— Trabajadores israelíes realizaron hoy lunes una huelga general de tres horas, cerrando puertos, aeropuertos, ministerios de gobierno y otros servicios.
La huelga incluyó casi a todo el sector público, a empresas estatales como Israel Electric Corp. y la compañía israelí de telecomunicaciones, Bezeq, además de plantas y oficinas sindicalizadas del sector privado, principalmente bancos. La radio estatal permaneció fuera del aire.
Fue la primera de una serie de protestas para lograr ajustes a los salarios y denunciar los planes gubernamentales de reducir el presupuesto del 2003.
La Bolsa de Valores de Tel Aviv permaneció abierta y la compraventa de divisas extranjeras no fue interrumpida a pesar de que se suponía que los empleados bancarios se unirían a la huelga. Una vocera de Bank Leumi dijo que su personal en los pisos de remates no participó en la huelga como el resto.
Los servicios hospitalarios y otros de emergencia no cerraron, pero hubo interrupción de labores para realizar reuniones sindicales. La aerolínea israelí, El Al, reprogramó algunos de sus vuelos del lunes.
Avinoam Maguen, vocero de la federación sindical Histadrut, dijo que cerca de 1,5 millones de trabajadores participaron.
El presidente de Histadrut, Amir Peretz, dijo el domingo que los sindicatos se abstendrían de más protestas en las próximas dos semanas, y que continuarán en conversaciones con el Ministerio de Finanzas.
"Estamos realizando una huelga simbólica, y después daremos otra oportunidad para las conversaciones" dijo Peretz. ’’Si vemos que en un par de semanas no hay avance, tomaremos medidas más serias a partir del 1 de septiembre’’, agregó.