BUENOS AIRES.- El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, reiteró hoy que el Gobierno flexibilizará el "corralito" financiero recién cuando se suspendan los amparos judiciales que obligan a los bancos a devolver los fondos congelados, a la vez que anunció un nuevo canje de depósitos por bonos.
"Nada que nos haga correr algún peligro en materia inflacionaria y que no tenga algún efecto positivo en la producción se hará hasta que los amparos estén cerrados", advirtió Lavagna al desmentir las informaciones sobre una próxima liberación de parte de las restricciones financieras como parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En tanto, funcionarios de Hacienda anticiparon que se solicitarán audiencias con los jueces a cargo de los amparos para convencerlos de frenar la ejecución de esas medidas.
El "goteo" de fondos del "corralito" agrava la situación de iliquidez en los bancos y fuerza al Banco Central a utilizar sus reservas o emitir dinero para realizar préstamos a las entidades con los cuales poder afrontar los retiros.
El ministro anticipó que está en estudio el lanzamiento de un nuevo canje de depósitos congelados por bonos "tanto públicos como emitidos por los bancos".
Este nuevo canje se realizará "preferentemente después que se termine la salida de dinero del corralito financiero" a través de los amparos judiciales, aclaró.
Con el nuevo plan se intentaría rescatar más dinero de los depósitos reprogramados para su devolución recién entre 2003 y fines de 2005.
En la primera iniciativa, que concluyó a mediados de julio, cerca del 25 por ciento de los ahorristas aceptó canjear de forma voluntaria los depósitos confiscados por bonos emitidos por el Estado argentino.
Este canje permitió absorber cerca de 7.000 millones de los más de 30.000 millones de pesos que contabilizaban los depósitos reprogramados de acuerdo a las restricciones vigentes.
El resto de los ahorristas prefirió esperar la devolución de sus depósitos bancarios, reprogramada por el Gobierno para entre 2003 y fines de 2005 en el marco de las restricciones financieras ("corralito").
Las restricciones financieras fueron impuestas a principios de diciembre pasado por el entonces Presidente, Fernando de la Rúa, para intentar frenar la masiva fuga de depósitos que amenazó con colapsar el sistema bancario local.
Por otra parte, Lavagna indicó que se está trabajando para cerrar un acuerdo con el FMI "en el curso del mes de agosto".
"En primer lugar el dinero fresco Argentina lo recibió el año pasado y ya lo gastó, fueron más de 9.000 millones de dólares. Ahora se trata de correr los vencimientos (del pago de la deuda con organismos multilaterales de crédito) hacia adelante, son 16 ó 17 mil millones de dólares que debemos reprogramar para iniciar el proceso de reactivación de la industria", agregó el ministro.
Las entidades financieras internacionales quedaron exceptuadas de la cesación de pagos de la deuda externa argentina declarada en diciembre pasado y el Gobierno intenta ahora no entrar en "default" con éstas para evitar un mayor aislamiento de la comunidad internacional.
El jefe del Palacio de Hacienda informó en tanto que se realizará un canje de la deuda provincial con los bancos por unos 24 mil millones de pesos por un título con respaldo del Estado nacional a 16 años de plazo.
"Esto es fundamental porque permite el reordenamiento financiero de las provincias", explicó.