MONTEVIDEO.- Los cuatro bancos uruguayos que tienen suspendidas sus operaciones comenzarán mañana, miércoles, a devolver los depósitos en cajas de ahorros y cuentas corrientes de sus clientes, confirmó hoy el Banco Central.
De acuerdo con lo detallado por la autoridad monetaria, mañana se entregará el total de los saldos en cuentas corrientes en moneda nacional o extranjera.
El retiro del dinero por parte de los clientes se podrá realizar en efectivo o en cheques. En este último caso, los mismos deberán ser depositados directamente en instituciones bancarias habilitadas, ya sea en cuentas existentes o nuevas que se abran.
Desde el viernes se devolverán los saldos en cajas de ahorro en moneda nacional y las contratadas en moneda extranjera con un límite máximo de 50.000 dólares.
Tras la confirmación del calendario de devoluciones, el poderoso sindicato bancario de Uruguay decretó un paro de actividades de una hora, para protestar por la devolución de los depósitos a la vista.
La Asociación de Empleados Bancarios de Uruguay sostiene que esa devolución significa el comienzo de la liquidación de los bancos Comercial, Montevideo, Caja Obrera y de Crédito, que generará en el sector la pérdida de más de 2.000 puestos de trabajo.
Los sindicalistas se han reunido con representante de los clientes de los bancos suspendidos para explicar la situación y buscar apoyo para mantener las fuentes de trabajo.
El presidente del sector de la banca privada del sindicato, Juan José Ramos, informó que se busca una solución para que los cuatros bancos puedan ser fusionados en una o dos organizaciones financieras.
El sindicato reclama la reapertura de los bancos, porque se entiende que "es fundamental para el país".
El argumento principal es que se trata de bancos que son los que más apoyo crediticio y financiero destinan a la producción rural, base de la economía del país.
"Si se llegan a cerrar estaremos en una situación de desastre nacional", insistió Ramos.
El directivo gremial dijo que es posible reestructurar a estas organizaciones financieras, "porque Uruguay necesita, por múltiples razones a estos bancos, porque su tarea no será ocupada por los bancos extranjeros".
Ramos reconoció que hay un compromiso del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dentro del "blindaje financiero" acordado por 3.000 millones de dólares, para que sean liquidados los bancos que están siendo gestionados por el Estado.
Si los bancos se liquidan, seis ciudades del interior de Uruguay se quedarán sin bancos privados, añadió.
El Banco Montevideo y la Caja Obrera, propiedad del grupo Velox, fueron intervenidos por el Banco Central el pasado 22 de junio y se les suspendió la actividad el 30 de julio, lo que derivó en un festivo bancario que se prolongó por cuatro días.
Por su parte, para el Banco de Crédito y el Comercio, intervenidos por las autoridades, el Gobierno ha solicitado la capitalización por parte de sus accionistas.
La crisis financiera uruguaya, la peor en la reciente historia del país, comenzó a superarse una semana después de estallar, tras una ayuda de 1.500 millones de dólares de parte del Tesoro de EE.UU., lo que permitió reabrir una semana después las operaciones del sistema financiero uruguayo.
Desde la imposición de las restricciones bancarias en la vecina Argentina, en diciembre pasado, en Uruguay se perdió el 45 por ciento de los depósitos del sistema financiero, la mayoría de extranjeros, lo que le hizo perder al Banco Central 1.300 millones de dólares de sus reservas, por las cancelaciones anticipadas de los ahorristas.