MONTEVIDEO.- La decisión del Banco Central del Uruguay de devolver depósitos a la vista de cuatro bancos suspendidos, creó una situación conflictiva con el sindicato único de bancarios, que teme su liquidación, y que con el apoyo de un grupo de ahorristas, decidió limitar los retiros a 10.000 dólares.
La operativa de los bancos comenzó este miércoles dos horas y media más tarde, con extensión del horario al público en algunas instituciones, debido a un paro del sindicato de bancarios AEBU, con una concentración en el sector financiero, pero transcurrió en orden y en un clima de tensa tranquilidad.
Durante el paro bancario en defensa de 2.500 puestos de trabajo, el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Julio de Brun, anunció a la prensa que "las instituciones que no hagan lo que el BCU les indica serán responsables por sus omisiones".
"Para el Banco Central, si los empleados no cumplen con lo dispuesto (pago de hasta 50.000 dólares o 1,25 millones de pesos uruguayos), deberán responder las instituciones. Las sanciones o medidas que correspondan las vamos a evaluar, pero vamos a esperar qué pasa", precisó De Brun.
El adelanto sobre los saldos de la cuenta no excedió los 10.000 dólares, como lo impuso AEBU, comprobó un periodista de la AFP en una recorrida por los locales de los bancos afectados, donde se formaron largas colas de cientos de personas, que no sabían qué ocurriría durante la jornada.
Los bancos Montevideo-Caja Obrera (intervenidos) y De Crédito (suspendido) dieron números para la atención del miércoles y para el jueves. El Banco Comercial (suspendido) dejó pasar en orden de llegada, pero demoró el pago de saldos por un desentendimiento con el Banco Central sobre los listados de clientes y el envío de remesas.
AEBU, tras reunirse con miles de ahorristas, anunció la limitación de retiros, para que el Fondo de Estabilidad Bancaria de 400 millones de dólares demore en agotarse y se gane tiempo para negociar soluciones para los bancos suspendidos.
Los dirigentes sindicales explicaron que intentan evitar la liquidación de los cuatro bancos, con las consecuentes pérdidas de empleos y de los depósitos a plazo fijo.
Para el sindicato, el pago de saldos de cuentas corrientes y cajas de ahorro constituye una señal de que el Gobierno decidió cerrar las cuatro instituciones.
En la reunión con ahorristas, el martes de noche, algunos clientes reclamaron a AEBU una huelga para detener el "vaciamiento" de los bancos suspendidos: "Los discursos no sirven y se necesita actuar", exclamó un participante.
No obstante, la mayoría de los clientes de los bancos firmó dos documentos propuestos por AEBU, uno contra la liquidación de los bancos, y otro a favor de diferir voluntariamente el retiro de depósitos a plazo fijo.
En la reunión se escuchó que "el Gobierno nos engañó, nos pidió que confiáramos en la plaza financiera y ahora quiere cerrar los bancos"; "los bancos en los que confiamos nos dieron la espalda", y otras expresiones.
El presidente de AEBU, Eduardo Fernández, alertó que "si se empieza a entregar parte de los negocios (depósitos a la vista de los bancos suspendidos), se van yendo los clientes y se limita muy claramente el futuro de esas instituciones".
Para Fernández, el Gobierno "reconoció la voluntad de liquidar los bancos Montevideo y Caja Obrera. Del Crédito y del Comercial, dice que hay voluntad de negociar su capitalización y que está haciendo gestiones en Estados Unidos".
Justificó la medida de limitar los retiros porque es una medida gremial en una situación absolutamente extraordinaria".
Argumentó que muchos ahorristas "están de acuerdo con algunas de nuestras medidas. Hay que ver la globalidad, la crisis que estamos atravesando, que es mucho más grave que discutir si el gremio tiene o no derecho a tomar determinadas resoluciones".
Fernández aseguró que "estamos a la espera de que se nos llame para negociar. En este momento no tenemos diálogo (con el BCU y el Gobierno)".
Carlos Fraschini, representante de un grupo de depositantes en el Banco Comercial, explicó que "la voluntad de los ahorristas es capitalizar el banco con entre un 30 y un 50 por ciento de sus depósitos y reprogramar el saldo a un plazo de un año, con alguna tasa preferencial".
"No se puede presionar a todo el mundo a que lo haga, pero en la alternativa de perder nuestros depósitos y una solución que mantenga las puertas del banco abiertas, creo que la gran mayoría optará por la capitalización", opinó.
Compartió la medida de AEBU de restringir retiros porque "entiendo que lo que se está haciendo por parte de todos es buscar una solución" y "porque hay que ganar tiempo, el tiempo es vital".
El sistema financiero uruguayo -excepto las instituciones suspendidas- reanudó actividades el lunes 5, tras seis días de feriado, decretado tras una corrida del 45% de depósitos bancarios y una sangría del 81% de los activos de reserva del BCU.
Ese día, Uruguay recibió un auxilio internacional de 1.500 millones de dólares, después que el Parlamento aprobó una ley que retiene temporalmente los depósitos bancarios en dólares de la banca estatal.