MONTEVIDEO.- Los cuatro bancos uruguayos suspendidos en sus actividades por las autoridades monetarias desde el pasado 30 de julio, comenzaron hoy a devolver los depósitos a los titulares de las cajas de ahorro en moneda nacional o extranjera.
Las devoluciones se realizan hasta un máximo de 250.000 pesos uruguayos o su equivalente en divisas (unos diez mil dólares).
Los cuatro bancos intervenidos y suspendidos en sus actividades, Crédito, Comercial, Caja Obrera y Montevideo, habían abierto sus puertas el miércoles pasado para hacer las devoluciones de los depósitos en cuentas corrientes, mientras que a partir de hoy tocó el turno de los fondos de las cajas de ahorro.
La Asociación de Empleados Bancarios de Uruguay (AEBU) informó de que sus afiliados ejecutan totalmente lo dispuesto por el Banco Central de Uruguay.
La semana pasada el poderoso sindicato se había opuesto a las cancelaciones de las cuentas en los bancos intervenidos, porque significaba el camino hacia su liquidación.
Paralelamente, realizaron gestiones frente a los ahorristas y formaron un frente común para buscar fórmulas de capitalizar los bancos, defender las fuentes de trabajo y el dinero de los clientes.
En dos bancos las gestiones están muy avanzadas, luego de que los clientes del Comercial y el de Crédito expresaron masivamente su conformidad con la reprogramación de los plazos fijos a tres años y la cesión de hasta un 20 por ciento de los mismos para la capitalización, mediante el canje por acciones de las entidades.
En asambleas realizadas durante el fin de semana, los ahorristas aprobaron por unanimidad las propuestas y comenzaron a firmar documentos para hacer depositarlos en el Banco Central.
El presidente de la autoridad financiera, Julio De Brun, dijo hoy que, además de la voluntad expresada por los ahorristas y de los empleados bancarios para colaborar con un recorte de sus retribuciones, se están buscando soluciones para acercar a algún socio capitalista a las entidades que puedan reforzar su patrimonio.
El Banco de Crédito, propiedad un 51 por ciento de la paraestatal Corporación para el Desarrollo y en un 49 de la Iglesia de Unificación del reverendo surcoreano Sun Miugn Moon, recibió el anuncio formal de este grupo para disponer en forma inmediata una capitalización por 70 millones de dólares.
El problema mayor parecen tenerlo el Banco Montevideo y su entidad fusionada poco antes de la crisis, la Caja Obrera, ambos propiedad del grupo argentino-uruguayo Velox.
El conflicto se plantea por la quiebra de la entidad financiera que poseía el grupo Velox en las Islas Caimán, donde se refugiaron la mayoría de los depósitos a largo plazo.
El presidente Jorge Batlle ratificó recientemente que esos depósitos no pueden ser devueltos, porque eran capitales que salieron del país y que los depositantes aceptaron trasladar a tasas mayores que en el mercado uruguayo.
Por dichas maniobras están detenidos y procesados en Uruguay las figuras principales del grupo familiar, los hermanos José, Jorge y Dante Peirano Basso, además de los ex directores del Banco Montevideo Juan Domingo Ratti, Mario San Cristóbal y Marcelo Guadalupe.
Está prófugo otro integrante, Juan Peirano Basso, quien, junto con José, está reclamado también por Paraguay como consecuencia de hechos ilícitos similares en el Banco Alemán de ese país, propiedad del Grupo Velox.